La clave está en saber enseñarles cuáles son los objetos apropiados para masticar y cuáles representan una prohibición. Lo primero que debemos hacer con nuestra mascota es ofrecerle una buena variedad de alternativas para que pueda masticar con libertad y seguridad. Mientras más elementos tenga a su alcance el conejo, más posibilidades de elección tendrá. Algunos buenos objetos pueden ser ramas de sauce o de árboles de manzana,  juguetes diseñados para la seguridad de los conejos, cestas de mimbre sin tratamiento químico, trozos de cartón, sólo por mencionar algunos.

Un conejo puede pasar tiempo dentro del hogar, pero siempre bajo supervisión. El adiestramiento debería comenzar tan pronto como la mascota nueva llega a casa. Objetos peligrosos como cables con electricidad deberían colocarse fuera del alcance del conejo. Además, es conveniente limitar el espacio donde se moviliza esta mascota los primeros días, de modo que resulte más fácil su supervisión. Si notamos que el conejo tan sólo se acerca y trata de masticar un objeto que no debería,  decimos un “no” con firmeza, aunque sin gritar. Acompañamos esta intervención con un golpe de manos y al instante le ofrecemos un juguete que si puede masticar.

Lo cierto es que un conejo puede aprender estas órdenes, pero pueden llevar mucho más tiempo que enseñar a un perro o a un gato. En el adiestramiento de conejos debemos contar con mucha paciencia y dedicación. Si a pesar de los comandos enseñados, el conejo insiste en tratar de masticar un objeto que no debe, podemos colocarlo en su jaula durante algunos minutos para que relacione su comportamiento con dicha decisión.