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Uno de los destinos más recomendados para viajar en pareja es Florencia. Cuna de la cultura italiana, la ciudad fiorentina es perfecta para una pequeña escapada, porque se puede visitar a pie y porque puedes perderte por sus calles y visitar sus monumentos en pocos días.
Y no es que la ciudad tenga pocos sitios que visitar, sino que resulta realmente cómoda para ir descubriéndola poco a poco, sin necesidad de ir corriendo de un lado a otro como ocurre en otras ciudades como Roma. Eso sí, prepara unos zapatos cómodos y olvida los tacones, porque las aceras están, la mayoría, empedradas. ¿Empezamos a descubrirla?
Podemos viajar a Florencia en avión. Las principales compañías aéreas, como Alitalia, llegan al aeropuerto Amérigo Vespucci. Otra opción es volar a Pisa, donde operan compañías más económicas. Puedes viajar en tren directamente desde el aeropuerto de Pisa a Florencia, sin necesitar ningún autobús. Si elegimos esta opción, llegaremos a la Estación de tren Santa María Novella, la más céntrica de la ciudad italiana.
Siempre que viajes en avión, recuerda respetar las medidas establecidas por la compañía. Si vas a comprar una, comprueba estas medidas con anterioridad, sobre todo cuando vayas a viajar exclusivamente con equipaje de mano. Puedes ver más opciones aquí.
Qué visitar en FlorenciaAunque lo ideal es perderse por sus calles, hay varios lugares imprescindibles que no te puedes perder en tu visita a la ciudad italiana. Probablemente tu primera parada sea la Piazza del Duomo, centro religioso de la ciudad, ya que en esta plaza se encuentra su magnífica catedral. Empieza dando un paseo por sus alrededores, disfrutando de todas las perspectivas de la cúpula que Brunelleschi ideó para esta magnífica construcción. Cuando estés en la parte trasera de la Catedral, justo en la calle del Oriulo encontrarás una gran pieza de mármol blanco, indicando el lugar exacto donde, en 1601 cayó la bola que corona la cúpula, tras caerle un rayo en plena tormenta.
No olvides subir al Campanille, la torre de la catedral. Aunque los 463 escalones asusten un poco, te aseguramos que la vista merece la pena. Tampoco pases por alto las preciosas Puertas del Paraíso del Batisterio, el edificio que encontrarás enfrente de la catedral.
Continúa hacia la Piazza della Signoría, centro civil de la ciudad. Encontrarás el Palazzo Vecchio rodeado de esculturas y fuentes. Como dato curioso, el David que se encuentra en la plaza no es el original de Miguel Ángel (que se encuentra en la Galería de la Academia de Florencia), ya que fue sustituido en 1910 por la copia que ahora encontramos.
Continúa hacia el río Arno y disfruta con la vista del Ponte Vecchio y sus casas colgantes. Aunque la vista más típica es desde un lateral, te aconsejamos pasear por este puente tan emblemático donde descubrirás las joyas más impresionantes, ya que en este aquí se reúnen las mejores casas de joyeros y orfebres de la ciudad.
Otros lugares imprescindibles en la ciudad son la Iglesia de Santa María Novella, al lado de la estación de trenes, y Santa Croce, que recoge los restos de personajes tan importantes como Galileo Galilei o Miguel Ángel, además de ser el lugar escogido para actividades a lo largo del año, como mercados en navidad. Disfruta también visitando "el Porcellino", una escultura con forma de cerdo, o jabalí donde, según dice la leyenda, podrás colocar una moneda en la boca de este jabalí; si ésta se cuela en la rejilla, tendrás la suerte de volver a Florencia.
No olvides terminar tu visita en el Piazzale Michelangelo, donde podrás contemplar una maravillosa panorámica de la ciudad. Y para las compras, recurre al mercado de San Lorenzo, perfecto para hacerse con alguno de los objetos típicos de esta ciudad. Nosotros te recomendamos los bolsos y carteras de piel.
Qué comerObviando la pasta y las pizzas, famosas en todo el país, no puedes irte sin probar la Bistecca alla Fiorentina, una de las especialidades de la ciudad. Te recomendamos la que sirven en la Trattoria 4 Leoni, uno de los lugares más emblemáticos de Florencia. Si eres más atrevido con la comida, no olvides probar el Lampredotto, o trippa a la fiorentina. Nosotros te recomendamos probarlo en forma de bocadillo, o panino, que podrás comprar en alguno de los puestos de bocadillos que se encuentran por toda la ciudad.
Y aunque son muchas las heladerías con las que te cruzarás en tu visita, no puedes dejar de disfrutar de los que te servirán en La Carraia, la heladería más frecuentada por los propios fiorentinos. No destaca sólo por sus increíbles sabores, sino por su precio (teniendo en cuenta los precios que pueden llegar a tener los centros cercanos al Duomo).