La Comisión Europea (CE) espera que el nuevo plan de reestructuración del fabricante estadunidense de automóviles General Motors (GM) para su filial europea, Opel, sea "sólido" y garantice "empleos duraderos". De acuerdo con el portavoz comunitario de Competecia, Jonathan Todd, el Ejecutivo "toma nota" de la decisión de GM de cancelar la venta de Opel al consorcio ruso-canadiense formado por el fabricante de autopartes Magna y la sociedad financiera Sberbank. Asimismo, pide que el nuevo rumbo que la compañía decidió dar a su filial europea asegure la "viabilidad a largo plazo de Opel, así como empleos duraderos para sus trabajadores". La venta de Opel generó disputas entre gobiernos de países europeos en los que el fabricante tiene plantas, después que la canciller federal de Alemania, Angela Merkel, prometió al grupo ayuda pública a cambio de limitar los despidos de los trabajadores alemanes. España, Bélgica y Reino Unido protestaron junto a Bruselas por ese condicionamiento de la ayuda pública, alegando que tendría efectos negativos sobre las plantas situadas en sus territorios.