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A más de 200 millones de años de su existencia, los fósiles vivientes, las tortugas en su especie Carey y Blanca, que habitan en la costa del golfo de México, se encuentran en peligro de extinción, informó Alfonso Díaz Molina titular del campamento tortuguero “La Escollera”, de esta ciudad. De acuerdo con el especialista, dentro de la Isla del Carmen, se encuentra el polígono de área protegida, donde existen dos especies marinas en peligro de extinción debido a los estudios sísmicos y de depuración petrolera que se vive en el golfo de México, que ha traído como consecuencia la desaparición del arrecife costero de Campeche. “Nuestra debilidad en este momento es la erosión costera que cada día se presenta más crítica, lo que cual impide a la tortugas subir a desovar y por ende tienen que caminar mas kilómetros, lo que muchas veces queda fuera de nuestro alcance y es cuando se presenta la depredación” indicó en entrevista con Notimex. En dicha zona, dijo Díaz Molina, la tortuga Carey habita muy cerca del litoral, de donde se alimenta y lleva a cabo su ciclo de reproducción; sin embargo, dijo, otro de los impactos que sufre es que aquí también es un sitio de pesquero y en ocasiones caen en las redes causando su muerte. “De ahí que exista este campamento, nuestra labor es preservar y proteger a cualquier especie de tortugas marinas, porque son ellas indicadores de ambientes limpios”, compartió el especialista. En “La Escollera” nos encargamos de protegerlas, alimentarlas y encubar a sus crías. Nuestro campo de acción es de 25 kilómetros de playa, a lo largo de ese espacio recolectamos los nidos y los llevamos al campamento en un corral de incubación donde, según la especie, tarde de 52 a 54 días en nacer si es carey, o de 60 a 62 días si es blanca, apuntó. El también director de la Escuela Preparatoria “Manuel García Pinto”, campus Sambancuy, agregó que posteriormente las regresan a su atmósfera natural liberándolas cerca de los sitios de donde fueron extraídas. Esta loable actividad la realizan desde hace más de tres décadas y cada 1 de abril y hasta que inicia el año siguiente las liberan, informó Díaz Molina. De acuerdo con el investigador de preservación natural, entre las normas de esta actividad se encuentra la “marcación”, que es el proceso de estampar a la nueva población de tortugas jóvenes. Explicó que en la última estimación de población realizada de Tortuga Blanca registra un crecimiento de 900 nidos en lo que va de 2011, de los 700 promedio que ha esta fecha se registraba en 2010. “Poco a poco se va viendo el trabajo reflejado, y es que la madurez sexual de estos vertebrados se alcanza de entre los 13 y 15 años, pero muchas veces no lo alcanza debido también a residuos petroleros que generan gran mortalidad”, indicó el especialista. En base a sus estadísticas, informó que en 2010 existieron 2201 nidos protegidos de carey, lo que es igual a 195 mil huevos de crías liberadas. Mientras que de tortugas blancas en los últimos 10 años se han protegido 2, 800 235 mil crías, tan sólo en este campamento. “Este dato es sumamente relevante porque hace 32 años, en nuestra primera expedición recuperamos sólo 14 nidos, pero poco a poco se fueron haciendo más y hoy nuestros resultados se han incrementado”, aseguró. Entre las medidas que se han tomado para evitar la venta ilegal de estas especies se encuentra una ley declarada en 1990 a nivel nacional como un delito federal que se castiga con cárcel a quien trafique, explote o mate animales catalogados en peligro de extinción. No obstante, insiste el especialista, la ley no se ha cumplido cabalmente, pues al ser este un sitio con riqueza petrolera, la mayor preocupación es explorar y buscar más yacimientos generando alteraciones en el mundo submarino. Actualmente, dijo, esto debería ser una preocupación a nivel nacional, pues aquí en el golfo de México se encuentran cinco de las siete especies existentes de tortuga a nivel mundial, las cuales llevan el nombre de tortuga Blanca, Carey, Caguama, Lora que sólo se encuentra en el golfo, y Laúd. Explicó que estas playas son un referente importantísimo, ya que es la unidad geopolítica más importante del mundo en anidación de tortugas Carey, aquí en Ciudad del Carmen exactamente en la laguna hay una gran cantidad de alimento que sale a la zona. Contamos además con un sistema lagunar espolino, sitio de alimentación idónea para las tortugas. Recordó que hay que tomar las medidas necesarias, y que por la sobreexplotación y la mancha urbana se ha perdido una gran cantidad de playa, sitios históricos de anidación de la tortuga carey, que es la especie con peligro de extinción más preocupante. “Estos animales son lentos y hasta torpes en tierra por naturaleza pero graciosos y veloces en el mar, y son ellas las únicas especies que nos recuerdan el pasado prehistórico”, concluyó Díaz Molina. En México, organizaciones civiles e instituciones gubernamentales y educativas se dan a la tarea de salvaguardar el bienestar de estos animales, y con más de 30 años de ardua labor “La Escollera”, es una de las más reconocidas a nivel internacional, que sólo cuenta con el apoyo técnico y económico de la Universidad Autónoma del Carmen (UNACAR).