El expresidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Rolando López, afirmó este martes haber sido depuesto del cargo por un congreso que eligió interinamente en su reemplazo a su vicepresidente y previó una intervención de la Conmebol.

A requerimiento de la Conmebol, López dijo que envió "un informe muy escueto (...) señalando, a requerimiento de ellos, que efectivamente no presenté mi renuncia, pero ya lo que haga la Conmebol no se puede prever", manifestó.

Según el depuesto titular de la FBF, que mantiene detención domiciliaria desde noviembre por temas extradeportivos, negó también que haya presidido esa reunión realizada en Cochabamba (centro), sede de la entidad, donde él tiene también su residencia.

"De las resoluciones adoptadas ayer (lunes) tienen que dar cuenta las personas que presidieron", señaló.

El presidente electo, Marco Peredo, había declarado el lunes a la prensa que "hemos determinado aceptar la decisión personal e irrevocable de la renuncia" de López.

Peredo fue elegido con 24 votos a favor y las abstenciones de los delegados de Bolívar y Wilstermann. "Hemos actuado en consecuencia a los estatutos y es eso lo que la Conmebol ha recomendado", dijo tras su elección.

A pesar de la situación, López afirmó que "no voy a interponer ningún recurso, aunque por supuesto que en conocimiento de lo que todos saben, he enviado un informe muy escueto a la Conmebol".

López guarda detención domiciliaria desde noviembre, mientras la justicia lo investiga por presuntos cobros irregulares en su condición de docente de una universidad pública. Está acusado por la fiscalía por los delitos de incumplimiento de deberes, conducta antieconómica, falsedad ideológica y uso de instrumento falsificado.

López, quien asumió el cargo en enero del año pasado en medio de la peor crisis del fútbol boliviano por la detención meses antes de su presidente Carlos Chávez -envuelto en las investigaciones por corrupción en la FIFA- es también acusado por clubes de supuestos desaciertos administrativos en la FBF.