Los niños comprenden y disfrutan el mundo de la lectura a través de “La vida útil de Pillo Polilla”, versión teatral libre de Lourdes Aguilera sobre la novela homónima de Vivian Mansour Manssur escrita en 2000. Comer, comer y comer hasta que no quede una hoja impresa en el acervo es la tarea diaria de una polilla, pero ¿qué pasaría si de pronto siente curiosidad por lo que dicen esas páginas y aprende a leer? Es la pregunta a la que se le dará respuesta mediante este montaje. La obra relata la historia de “Pillo”, una pequeña polilla que ha decidido cambiar de oficio. Su naturaleza de comer libros poco a poco se ha convertido en un impulso por resguardarlos de cualquier peligro cuando la polilla más vieja, “Policarpio” le enseñará lo que significan los signos de color negro que hay en los libros. En la biblioteca escolar donde habita, ahora será el guardián de textos que descubre los insospechados mundos que la lectura es capaz de mostrarle. “La pieza teatral es un encuentro con las letras, una aventura que hace comprender al público para qué sirve la lectura”, explicó José Luis Juárez, uno de los actores. Mientras eso sucede, dijo, “Pillo” afrontará el reto de desafiar su propia naturaleza: “No será sencillo cambiar de hábito para un insecto que ha vivido destruyendo libros toda su existencia, como lo dicta su instinto”. Tras una batalla interna, comprenderá que sus ansias naturales de devorar las hojas no derrotarán su interés por conocer historias. Así es como inicia un viaje que lo transformará para siempre. La puesta en escena, que estará vigente todos los domingos hasta el 7 de agosto del presente año en el Teatro Helénico, es dirigida por Lourdes Aguilera con las actuaciones de Betsabé Heras, José Luis Juárez, Jorge Núñez y Pilar Padilla. De acuerdo con la autora, “La vida de Pillo Polilla” es una invitación a rebelarse contra las imposiciones de la realidad.