El tenista español David Ferrer, señaló que le duele el haber abandonado el Open 500, que se lleva a cabo en Valencia, debido a la lesión en sus músculos isquitibiales, lo que también lo hace ser baja para el Masters 1000, de París. "Me duele bastante no poder jugar la próxima semana, porque este torneo es en casa y ante toda mi gente. He apurado al máximo y sabía que era complicado, pero hablamos mi cuerpo técnico y yo, y al final hemos decidido dejarlo". Y es que Ferrer abandonó la justa deportiva, el día de hoy, cuando estaba a punto de iniciar su partido de segunda ronda, frente a su compatriota Albert Montañés, quien gracias al retiro, se clasificó a los cuartos de final del torneo. "He salido a entrenarme, pero no estaba al cien por ciento y los médicos me han insistido del peligro de estar mes y medio de baja. Al final al que más le duele no saltar a la pista central es a mí. Ahora a descansar y tratar de recuperarme, para la Davis si soy convocado". Pues el evento de la final de Copa Davis, entre España y República Checa, se tiene programado del 4 al 6 de diciembre, en el Palau Sant Jordi, de Barcelona, donde España va por su cuarta Ensaladera. A pesar de todo, Ferrer no es el único que ha abandonado el torneo, pues su colega Juan Carlos Ferrero, también se despidió del evento prematuramente, en la primera ronda y ambos son socios del torneo, por lo que se sienten más tristes. "Lógicamente estamos tristes, él (Ferrero) por caer en primera ronda y yo por retirarme, ambos llevábamos todo el año a la espera del torneo con mucha ilusión, para estar presentes", concluyó.