Algunos de los fetiches sexuales más comunes en nuestra cultura están relacionados con el uso de ropa interior, como bragas rojas y cintas ligeras. También son comunes los fetiches ligados al uso de cuero o látex, a pelucas, a joyas, a zapatos de tacón alto durante el acto sexual, a vestimentas de colegial, enfermera, azafista, soldado, bombero, surfista, entre otros.

De acuerdo con la terminología del área psiquiátrica y psicológica, un fetiche es un objeto inanimado que da a su portador un valor simbólico, despertando el deseo sexual. El fetiche puede estar relacionado al imaginario popular, a las imágenes presentadas como deseables por los medios, como el uso de determinados objetos, el olor del compañero, a los cabellos o de alguna parte del cuerpo, por ejemplo, nalgas, senos o pies. Así, el fetiche sexual está asociado a la posesión de una amplia gama de objetos y / o características físicas capaces de provocar excitación en el propio portador o en otra persona.

Fetichismo

Hay hombres para los cuales los pies de las mujeres son irresistibles. Algunos llegan a deleitarse al lamer un salto de zapato. De la misma forma, hay mujeres que pueden alcanzar el orgasmo al tocar un cinturón de cuero o en un par de piernas de pantalones masculinos. El fetichista puede incluso satisfacer sexualmente sin la presencia de un compañero, bastando la posesión y / o el uso del objeto fetiche.

El psicoanalista Sigmund Freud, en 1887, describió el fetichismo sexual como parafilia, es decir, como una desviación sexual, en la medida en que el objeto de afecto se coloca en un objeto inanimado. En los días de hoy, los estudiosos de la psicología creen que el fetichismo debe considerarse un desvío sexual cuando interfiere en una vida sexual sana, es decir, cuando la inclinación fetichista se convierte en una actitud de vida.

Deseos sexuales

Como fuente de información adicional, podemos ver muchos de estos temas en follamigas