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Foto: Eduardo Martelli, Secretario de Modernización de la República Argentina.
Corrupción en la clase política burguesa argentina
El Consorcio Internacional de Periodistas dio a conocer una nueva filtración sobre documentos del estudio panameño Mossack Fonseca. Estos documentos corresponden al tiempo transcurrido entre la primera divulgación de los Panamá Papers. Ahora, hay un nuevo funcionario del gobierno de Cambiemos involucrado. Eduardo Martelli es el actual secretario de Modernización y es apoderado y dueño de una sociedad offshore en Panamá.
Controló propiedades en Punta del Este, según documentos de 2016 (cuando él ya se encontraba en el cargo), que forman parte de una nueva filtración de los Panamá Papers. Se trata de la sociedad Cristina Finances SA, en la que Martelli tiene poder desde 2010 (cuando era funcionario del gobierno porteño).
Según él, el único activo involucrado es una casa de unos 200 metros cuadrados en el balneario, que obtuvo por herencia. Sin embargo, la sociedad offshore contó con más terrenos en el pasado. Además, Martelli sostiene que fue dueño de Cristina Finances "por un día" y debido a un error administrativo. Por este motivo, no la habría incluído en su declaración jurada ante la Oficina Anticorrupción.
Para justificarse, el funcionario presentó un documento en el que las acciones están a nombre de su hermana, Andrea Martelli. "En el reparto de bienes de la herencia, decidimos que mi hermana se quede con la casa de Maldonado porque ella vive en Uruguay", dijo el secretario de Modernización. Pero son estas tretas de descargo habituales de cuando estos temas salen a la luz, por parte de los funcionarios burgueses evasores impositivos.
Sin embargo, este certificado está firmado por alguien llamado Guillermo Domínguez como presidente nominativo de la sociedad. Lo curioso es que Domínguez asumió este cargo el 13 de octubre de 2016 y la fecha del documento presentado corresponde a cinco meses antes, el 7 de mayo de ese año (un día después del documento en el que el funcionario figura como apoderado). En fin es apócrifo esta prueba y Eduardo Martelli es culpable de evasión impositiva.
El nombre del secretario, además, aparece en varios mails intercambiados entre el estudio uruguayo Damiani (intermediario) y el bufete panameño Mossack Fonseca. En ellos, se hace referencia a Martelli como el beneficiario final de la sociedad. Ni en las comunicaciones entre Uruguay y Panamá ni en los documentos de la nueva filtración de Panamá Papers se hace alusión a la hermana del secretario. Otra característica curiosa del documento que respalda la versión del funcionario es que la fecha, 7 de mayo de 2016, corresponde a un sábado. En ese país, las oficinas públicas se encuentran cerradas ese día.
En 2005, Cristina Finances vendió varios lotes ubicados en Maldonado a la sociedad Safidal SA, que pagó millones de dólares por los mismos. En la última declaración jurada pública de Martelli, de 2016, no figuran más que $6 millones. Luis Caputo, por su parte, también es uno de los nombres de Cambiemos que figuró como accionista de fondos offshore.
El recientemente nombrado presidente del Banco Central fue propietario de acciones de sociedades creadas para administrar fondos en paraísos fiscales hasta finales de 2015. Cuando presentó su declaración jurada ante la Oficina Anticorrupción ese año (que correspondía al período fiscal de 2014), omitió su participación en las sociedades. En 2015, Caputo había asumido como Secretario de Finanzas.
El funcionario negó el haber poseído acciones. Según él, solo ocupó el rol de asesor, administrador, fiduciario y/o manager. Sin embargo, los documentos oficiales de la Comisión Nacional de Valoresestadounidense (SEC) revelan que, entre 2009 y 2015 fue accionista de Noctua, una gerenciadora de fondos de inversión con sede en Miami.
Además, los documentos a los que accedieron los periodistas a través de un pedido de accedo a la información en Estados Unidos también involucran a Caputo como propietario del 75% de las acciones de Princess International Global Ltd. (una sociedad offshore en islas Caimán). A través de esta sociedad, el funcionario controló también más de la mitad de las acciones de Affinis Partners II, otra offshore creada en el mismo paraíso fiscal. Según la SEC, esos fondos controlaron 251 millones de dólares. El presidente Mauricio Macri también estuvo involucrado entre las filtraciones. Claro si es un empresario y político tambien. Dado que esta es la forma que en el siglo XXI la burguesia evade impuestos de todos los países burgueses, y a cambio le hacen pagar más impuestos a la clase trabajadora.
En abril de este 2016, se reveló que integró el directorio de una sociedad offshore en islas Bahamas desde 1998. Se trata de Fleg Trading Ltd, en la que el actual presidente figuró como director y vicepresidente. En la firma, había un capital inicial de 5000 dólares, y fue abiertan a través de Uruguay. La sociedad funcionó hasta fines de 2008, cuando Macri era jefe de Gobierno porteño. El máximo ejecutivo en el directorio era su padre, Franco Macri.
El presidente no consignó en sus declaraciones juradas de 2007 y 2008, cuando era jefe de Gobierno en la Ciudad de Buenos Aires, a la firma Fleg Trading, que se encontraba operativa. Sus voceros negaron que haya existido participación alguna del actual presidente como accionista en la sociedad, por lo que no había justificación para incluirla en las declaraciones juradas. Desde entonces, los abogados y contadores del presidente intercambiaron comunicaciones con Mossack Fonseca para intentar demostrar que Macri nunca fue propietario de acciones de la sociedad. Comunicación que sigue hasta la fecha.
La idea era dejar claro que el verdadero dueño de la misma era su padre, Franco. En Comodoro Py se desarrolló una causa penal alrededor de Macri y la sociedad. Finalmente, el juez Sebastián Casanello consideró que no existió lavado de dinero con Fleg Trading, fallo que confirmaría la Cámara Federal. En fin nunca van a prisión los políticos burgueses de los partidos dominantes de argentina, pero cuando un obrero roba para comer si va preso.... Pero claro si es una República burguesa tiene que ser una justicia burguesa.
Walter Diez