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El secretario de Gobernación, Francisco Blake, subrayó que México no es el mismo país que hace 20 años ni el de hace 10, por lo que es de vital importancia realizar las transformaciones que se requieren en materia educativa y laboral. Al presentar los resultados del Censo de Población y Vivienda 2010 en Tijuana, Baja California, el titular de la Secretaría de Gobernación (Segob) señaló que esos cambios son necesarios para que los jóvenes tengan acceso a oportunidades de desarrollo y empleos dignos. Ante el gobernador de Baja California, José Guadalupe Osuna, y el titular del INEGI, Eduardo Sojo, resaltó que en el México de hoy, como lo demuestran los datos del censo a nivel de educación básica, todos los niños mexicanos tienen un lugar en la escuela. En el caso de la universidad, en 2000 sólo 21 por ciento tenía un lugar en 2006 pasó a 24 por ciento y cuatro años después aumentó el porcentaje a 30 por ciento, que era una de las metas que se había propuesto el gobierno de la república. Resaltó que la presentación de los resultados del Censo de Población y Vivienda es un componente fundamental para la orientación, seguimiento y evaluación de los programas que llevan realizan los tres órdenes de gobierno. Blake Mora agregó que se trata de un instrumento vital para el conocimiento de la dinámica demográfica y “nos ofrece una fotografía fiel de nuestro México, que refleja claramente los avances que hemos tenido para impulsar el desarrollo nacional y mejorar la calidad de vida de todos”. La información del censo 2010 refleja la consolidación de la transición demográfica. Hoy se observa una menor tasa de crecimiento total, una reducción constante de la fecundidad y mortalidad infantil, así como un incremento en la población en edades productivas y avanzadas, señaló. México, dijo, sigue y seguirá siendo un país joven por algunos años, pues la mitad del país tiene 26 años o menos, y prácticamente existe una relación de dos a uno entre las personas en edad de trabajar y las dependientes. Esto “es un bono demográfico y una oportunidad única para fortalecer nuestras instituciones y adecuar las políticas públicas, con el objeto de mejorar los ingresos y la capacidad de ahorro de las familias”, subrayó. Frente a los avances se deben superar y vencer inercias, rezagos sociales y económicos. La transición cultural y, por tanto, educativa, es una transformación necesaria que debe acompañar a cambios en la estructura demográfica como los que hoy se viven, aseguró. Ante este reto, el gobierno federal alínea las políticas públicas en materia de desarrollo social y humano, así como de combate a la pobreza y marginación con las estrategias y acciones que se requieren para completar la transición demográfica del país, resaltó. Hoy sin duda las condiciones de vida de la población son mejores que las generaciones anteriores, y en “en el ámbito político tenemos una democracia en la que gozamos plenamente de nuestros derechos y libertades. Hay competencia económica, política, social y electoral”, refirió. El país está en marcha y los motores del crecimiento encendidos para lanzar los mejores niveles de bienestar, por lo que “tengan la garantía que este gobierno federal seguirá trabajando con determinación y firmeza”, puntualizó.