Los ganaderos franceses volvieron a manifestarse este lunes por los bajos precios de la carne y la leche y bloquearon varios camiones procedentes de Alemania y España, estableciendo retenes para registrar los vehículos de carga en las fronteras.

A pesar de varias reuniones de urgencia con el gobierno y un acuerdo alcanzado la semana pasada para aumentar el precio de la carne de vaca, de cerdo y el de la leche, los ganaderos denuncian ahora las "distorsiones de la competencia" que según ellos favorecen a los productores extranjeros.

En el sur del país, un centenar de agricultores inspeccionaron camiones provenientes de España y amenazaron con descargarlos si llevaban fruta o carne con destino al mercado francés. Además establecieron un retén con diez tractores en un peaje de la autopista.

Los manifestantes también llevaron a cabo una acción contra los supermercados, en la localidad de Saint-Girons, cercana a la frontera con España, en la que decomisaron 300 kilos de carne para entregarla a organizaciones caritativas.

El viernes, España había protestado por las agresiones contra camioneros por parte de los activistas.

En la región de Alsacia (este) los agricultores impidieron desde el domingo por la noche la entrada de "entre 200 y 300 camiones extranjeros" en seis puntos de paso entre Francia y Alemania, anunció este lunes el sindicato agrícola FNSEA.

Los manifestantes sólo bloquean los camiones que llegan de Alemania con productos agroalimentarios o agrícolas y los obligan a detenerse para inspeccionar su carga.

"Ya hemos bloqueado entre 200 y 300 camiones que transportaban productos que distorsionan la competencia", dijo Sander a la AFP, afirmando que más de mil agricultores se han movilizado.

Sin embargo, después de que el ministro de Agricultura francés, Stéphane Le Foll, accediera a recibirlos el sindicato levantó el bloqueo.

Entre los vehículos que no pudieron entrar en Francia había un camión eslovaco que transportaba queso y varios camiones alemanes con frutas, verduras y carne.

Sander pide a las autoridades que busquen "soluciones concretas" con los agricultores de los países vecinos que, según él, se benefician de costes de producción menores.

Tras las movilizaciones, la federación alemana que agrupa a la industria lechera (MIV) protestó por escrito ante la Comisión Europea denunciando algunas de las medidas adoptadas en París para el sector.