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El grupo francés Vinci aspira a gestionar los aeropuertos de Chile, Brasil, Eslovenia y Grecia en un futuro no muy lejano, después de comprar ANA, el concesionario aeroportuario de Portugal.
El grupo francés, especializado en construcción y gestión, ha pagado 3.000 millones de euros para hacerse con la gestión durante medio siglo de la decena de aeropuertos de Portugal, como Lisboa, Oporto, Faro, Beja, Azores o Madeira. Concluida en 2013, la venta de ANA formaba parte de las privatizaciones exigidas a Portugal por sus acreedores (la 'troika' UE-FMI-BCE) a cambio de un plan de ayuda de 78.000 millones de euros, concedido en 2011.
Con esta adquisición, el grupo francés gestiona actualmente 23 aeropuertos y la situación del tráfico aéreo en Portugal le hace ver el mundo de color de rosa. "La divina sorpresa de esta adquisición es el crecimiento de dos dígitos del tráfico registrado desde el 1 de enero", declaró en una entrevista con AFP Pierre Coppey, consejero delegado de Vinci, durante una visita al aeropuerto de Lisboa organizado para la prensa francesa. "Está por encima de nuestras expectativas y es muy superior a los modelos de valoración del dossier de privatización", aseguró.
En los últimos seis meses, el tráfico aumentó entre un 12 y un 13% en Lisboa y un 9, 5% en el conjunto de los aeropuertos portugueses (tras el 5% de 2013), frente a un 5, 5% en Francia.
Además, si el tráfico del aeropuerto de Lisboa alcanzara los 22 millones de pasajeros (6 millones más que ahora), se iniciarían negociaciones con el Estado portugués para la construcción de un nuevo aeropuerto, según los términos del contrato firmado con Vinci Airports.
Para desarrollar el tráfico, Vinci Airports espera poder aumentar los vuelos con Brasil. Un cuarto del tráfico entre Europa y el gigante sudamericano pasa por el 'hub' de Lisboa, aunque América del Sur sólo representa el 9, 6% del tráfico lisboeta, frente al cerca del 80% con Europa.
- Tamaño crítico -
La compra de ANA ha dado a Vinci Airports, que cuenta con 650 millones de euros de volumen de negocio anual, el tamaño crítico que le convierte en un pretendiente serio en las licitaciones organizadas por los gobiernos que desean delegar la gestión de los aeropuertos. "Por los mayores aeropuertos del mundo transitan 100 millones de pasajeros por año. Con 43 millones (en los 23 aeropuertos), estamos casi en la mitad", dice Nicolas Notebaert, presidente de Vinci Airports.
En los próximos meses, Vinci Airports conseguirá la gestión del aeropuerto francés de Hyères-Toulon, y espera hacerse con la del aeropuerto de Liubliana, en Eslovenia. También será candidato a la atribución de dos lotes de 7 aeropuertos en Grecia, uno en las islas Cícladas, y otro en el norte, que incluye Tesalónica y Corfú.
Vinci Airports aspira también a la concesión por 20 años del aeropuerto de Santiago de Chile, que expira en el otoño de 2015, y que registró 16 millones de pasajeros el pasado año. Para ello se va a aliar a Aeropuertos de París y probablemente a un inversor local. El calendario de la licitación se espera que se anuncie a "principios de 2015".
También espera poner un pie en Brasil en los próximos años. "El país quiere construir un centenar de aeropuertos en los próximos años", dice Pierre Coppey. Pero para las primeras aperturas de concesión para la gestión de plataformas aeroportuarias, el Estado brasileño "ha querido hacer operaciones relámpago: había que invertir muy rápidamente, en diez meses, so pena de serios problemas contractuales si las obras no estaban concluidas a tiempo", explica el consejero delegado de Vinci.