Hay momentos que son para vivirlos, otros para sentirlos y los realmente especiales, para  recordarlos. Pero hubo en un momento en mi vida que tuvo todos estos elementos, fue un evento como pocos. Lo viví, lo sentí y lo recuerdo con gran alegría y emoción, porque marcó el inicio de una nueva etapa de mi vida. Les estoy hablando de una fiesta que organizaron unas amigas, para despedidas de soltera en barco, hasta hoy no he tenido otra experiencia que la iguale.

He oído de distintas experiencias vividas por amigas cercanas, pero sin querer sonar arrogante, debo decir que la noche de despedida que yo disfruté, fue mucho mejor que cualquier otra fiesta similar en la que haya estado hasta el momento. Aún les estoy muy agradecida a esas amigas de toda la vida, por haberme dado tan grata sorpresa. No olvidaré jamás ese detalle y si tuviera que repetir la experiencia lo haría contratando los servicios de la misma gente, son muy profesionales y ofrecen una fabulosa atención.

Una noche llena de misterio

Trataré de contarles  brevemente como transcurrió esa jornada. Recuerdo que era un viernes en la noche, salía del trabajo cansada y dos de mis amigas de la infancia se aparecieron repentinamente cuando yo estaba en la puerta de la empresa. Me dicen, te queremos dar una sorpresa pero tenemos que vendarte los ojos, y yo ¿Qué? Estas mujeres se han vuelto chifladas ¿Por qué me tengo que tapar los ojos? No estaba muy segura de hacerlo, pero como las conocía desde hace varios años e insistían en que me encantaría la sorpresa, me dejé llevar.

Despedidas de soltera

Nos subimos o mejor dicho, me hicieron subir al coche de una de ellas y en el trayecto hacia mi tan misteriosa sorpresa, ya traían música a todo volumen y se reían mientras coreaban las canciones. Finalmente llegamos, nos estacionamos, caminamos unos cuantos pasos hasta que me dijeron, ya te puedes quitar la venda. ¡Feliz despedida de soltera! Exclamaron. Me encontraba en ese momento frente a las despedidas de soltera en barco. Algo que yo no sabía que existía hasta ese momento.

Las mejores actividades a bordo

En la entrada del barco nos esperaban unos animadores vestidos de pirata, quienes nos recibieron con juegos y música. Nos dieron un recorrido durante 3 horas en un catamarán de dos plantas con la mejor música presentada por el DJ. Había juegos, barra libre y hasta cena con Barbacoa a bordo. Después del paseo en barco, nos llevaron hasta la discoteca para seguir la fiesta hasta el amanecer. De tanto que me divertí, se me quitó el cansancio que traía del trabajo mágicamente. Fue una gran fiesta.