Homenajes espotáneos a las víctimas -en su mayoría mujeres jóvenes- de la estampida de Fin de Año en Shanghai tenían lugar este viernes, en tanto la policía descartó la tesis de que el lanzamiento al aire de billetes falsos desencadenara la tragedia.

Un centenar de personas se concentró este viernes por la mañana en el Bund, el célebre bulevar histórico en el que la fiesta se convirtió en caos y tragedia el miércoles por la noche, poco antes del paso al año 2015, provocando 36 muertos.

La gente depositó flores en un lugar especialmente previsto por las autoridades, como testimonio de recuerdo y afecto por las víctimas fallecidas, aplastadas una contra otra en la fatal avalancha humana ocurrida en el Bund.

Este accidente también provocó 47 heridos, convirtiéndose en la mayor tragedia que ha enlutecido la capital económica china desde el incendio de un rascacielos ocurrido en 2010, con un saldo de 58 muertos.

Por otra parte, la policía china desmintió que la estampida mortífera fuera provocada por el lanzamiento de dólares falsos desde una ventana de un edificio del Bund. La agencia de prensa oficial China Nueva había citado a un testigo que dijo que unos "cupones", similares a billetes de dólares habían sido lanzados desde una ventana de un tercer piso y que los paseantes se precipitaron a recogerlos, lo que pudo haber provocado la avalancha humana. En efecto, las octavillas que promocionaban un local nocturno de la zona fueron lanzadas, pero a varias decenas de metros de donde ocurrió la tragedia y 12 minutos más tarde, precisó la policía.

Chen Xiaohang, una estudiante universitaria, se desplazó hasta el lugar para rendir homenaje a la hermana fallecida de una compañera de estudios. Llevaba un ramo de crisantemos blancos, el color de luto en China. "Todo esto me embarga de dolor y espero que en el futuro el gobierno hará las cosas de tal manera que haya mayor seguridad en estos eventos", confió a la AFP.

"Es al gobierno de Shanghai al que hay que atribuirle la responsabilidad de lo ocurrido. La mayoría de las jóvenes víctimas era probablemente hijos únicos en sus familias", estimaba por su parte Xu Jianzhong, un conductor de taxi, haciendo referencia a la política de control de la natalidad vigente en China.

Según una lista publicada este viernes, 32 personas han sido identificadas de las 36 fallecidas. La víctima más joven era un niño de 12 años y la mayor tenía 37. En total, 28 personas tenían 25 años o menos y 21 eran del sexo femenino.