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Los astrónomos fueron testigos del despertar de un hoyo negro gigante, un monstruo cósmico, sorprendido mientras se tragaba una estrella que pasaba demasiado cerca, según dos estudios publicados el miércoles en la revista científica británica Nature.
Arriba: Representación de un hoyo negro supermasivo absorbiendo materia de una estrella cercana. Abajo: Imágenes de un supuesto hoyo negro supermasivo devorando una estrella. Der.: en luz visible. Izq.: en rayos X (Wikipedia)
Un flujo de rayos gamma captados por el satélite Swift descubrió la cena al ogro del cosmos, un hoyo negro más masivo que un millón de soles, como el situado en el centro de nuestra galaxia la Vía Láctea.
La mayoría de las galaxias tienen en su centro un hoyo negro que puede tener una masa de millones, incluso miles de millones de estrellas semejantes al sol.
Estos hoyos negros supermasivos pueden atrapar en su campo gravitacional estrellas que son destruidas por efectos de la marea. La parte de la estrella más cercana al hoyo negro es sometida a una fuerza de gravedad mayor que su cara posterior. Estira la estrella y finalmente la desintegra violentamente.
Los restos no caen directamente en el hoyo negro. Antes de tragársela, se mueve en espiral a gran velocidad en torno a este glotón, emitiendo un poderoso rayo. Las emisiones residuales que resultan del proceso ya se habían detectado en las galaxias distantes.
Las señales captadas a partir del 25 de marzo por el satélite Swift pusieron en alerta a los astrónomos.
Dadas las características de la radiación y su evolución, creen que por primera vez se es testigo de la desintegración de una estrella y el nacimiento de una potente radiación resultante de la acumulación de materia alrededor de un hoyo negro masivo.
"El comienzo de tal acontecimiento (...) no se había observado antes", dijo David Burrows (Universidad Estatal de Pensilvania, EE.UU.) que analizó con su equipo los rayos X emitidos.
El equipo de Ashley Zauderer (Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics, EE.UU.) analizó las ondas de radio emitidas, llegó a la conclusión que la fuente coincide con el centro de la galaxia y estima que el hoyo negro central corresponde a 1 millón la masa solar.
El chorro de partículas asociadas a la radiación se propaga a velocidades cercanas a la de la luz. La emisión de tal chorro "no estaba prevista en esta situación", los investigadores creen sin embargo que la desintegración gravitacional de una estrella "explica naturalmente" las propiedades de la radiación observada.