Sin incidentes transcurrió la jornada de visita familiar este jueves en las distintas penitenciarías de la ciudad, que representó la reanudación de este derecho que permaneció suspendido durante casi tres semanas por la contingencia sanitaria. Autoridades de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario del Gobierno del Distrito Federal aseguraron que los familiares acudieron en calma a los penales y en todo momento respetaron las indicaciones del personal de vigilancia, así como las recomendaciones sanitarias. La dependencia indicó que elementos de seguridad de los distintos centros penitenciarios mantuvieron una estrecha supervisión de la visita, así como de los internos; sin embargo, no se registró incidente alguno. Recordó que con el descenso a luz verde del semáforo de alerta epidemiológica, se determinó reanudar la visita regular en todos los reclusorios de la capital, por lo que los familiares podrán acudir en los horarios y días tradicionales, es decir, de 10:00 a 15:00 horas los martes, jueves, sábados y domingos. Por otra parte, autoridades de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario confirmaron que continúa la investigación interna para sancionar a los internos responsables del amotinamiento registrado el martes en el Reclusorio Sur y que dejó como saldo 51 lesionados. Detallaron que además de identificar a los principales incitadores, se busca esclarecer si la violenta protesta efectivamente se debió a la suspensión de la visita o hubo otros motivos. En concreto, se investiga si los recientes operativos puestos en marcha por la policía para el decomiso de estupefacientes y artículos prohibidos, o el traslado de algún reo, pudo haber provocado la molestia de los internos. El pasado 17 de mayo agentes judiciales y policías preventivos, a petición de la Dirección del reclusorio, efectuaron un operativo especial en el dormitorio número 5, donde se encuentran varios reos relacionados con tráfico de drogas y extorsión. En esa celda se aseguraron más de dos mil envoltorios de mariguana y cocaína, 86 mil 565 pesos en efectivo, numerosas botellas de bebidas etílicas, así como teléfonos celulares, armas blancas y diversos objetos más. Dos días después tuvo lugar el amotinamiento en las instalaciones de dicho centro penitenciario, en la que participaron unos 100 reclusos, quienes tuvieron que ser sometidos con gases lacrimógenos.