¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Redacción Cultura escriba una noticia?
A paso lento, cientos de indígenas guatemaltecos recorrieron las empinadas calles del poblado de San Pedro Sacatepéquez acompañando a la imagen de Jesús que carga en su lomo Rito, un burro blanco que desde hace 11 años participa en esta procesión del Domingo de Ramos.
La procesión que recrea la entrada de Jesús a Jerusalén marca el inicio de la Semana Santa, una celebración muy arraigada en Guatemala donde destacan las imponentes andas cargadas por devotos y las elaboradas alfombras multicolores de aserrín y flores.
La conmemoración de la Semana Santa en Guatemala fue declarada en 2008 Patrimonio Cultural Intangible de la Nación con el respaldo del Fondo de las Naciones Unidas para la Cultura, la Ciencia y la Educación (Unesco).
Durante el recorrido por este pueblo maya Kakchiquel, ubicado a unos 30 km de la capital, Rito camina al ritmo que le impone su guía y a sus costados van doce indígenas ataviados con túnicas, de la hermandad Corazón de Jesús, quienes representan a los discípulos de Cristo.
"Esta tradición tiene unos 70 años y antes alquilábamos un animal, pero desde hace años decidimos comprar uno y ahora pertenece a la Hermandad Jesús Nazareno y Señor Sepultado", dijo a la AFP el vicepresidente de esa organización, Juan Carlos Pirir.
El religioso comentó que el burro, que tuvo un costo de unos 125 dólares, es cuidado por el anterior propietario, un activo feligrés de la Iglesia católica de esta localidad dedicada a la elaboración de muebles y cultivo de maíz y frijol, básicos en la dieta de los guatemaltecos.
- "Como en los tiempos de Jesús" -
Como un animal bien amaestrado, Rito no se sobresalta y lleva a cuesta la imagen de madera de Jesús de medio metro de altura, mientras que hombres y mujeres con sus trajes regionales acompañan el recorrido por las calles de este empobrecido pueblo de unos 45.000 habitantes, rodeado de montañas con árboles de pino y ciprés.
"El domingo de Ramos es muy importante en nuestra comunidad y lo que buscamos es hacerlo real, como fue en los tiempos de Jesús, cuando entró triunfal a Jerusalén", comentó a la AFP Carlos Chajón, tesorero de la Hermandad de Jesús Nazareno.
Durante el paso de la procesión, van quedando destruidas las alfombras de flores, corozo (fruto de una palma de exquisito aroma) y ramas de pino que los feligreses elaboraron en la madrugada para el paso del cortejo.
Después de una hora de recorrido, la imagen de Jesús es bajada del lomo de Rito en medio de algarabía. Todos levantan los brazos agitando los ramos de palma elaborado por ellos mismos o comprados en la entrada de la iglesia.
La imagen es colocada en un altar especial dentro del templo católico y luego el sacerdote inicia la misa de Ramos y bendice las palmas.
"Hoy es oportunidad de conversión, es un proceso que lleva tiempo y distintas etapas, pero lo importante es que logremos concebir la iglesia de salvación", dijo durante la homilía el párroco del lugar, Óscar Vásquez.
La celebración religiosa se realiza en español, pese a que un 85% de los habitantes de este poblado son indígenas kakchiqueles, una de las 22 etnias mayas que conviven en este país y que representan el 42% de los 15 millones de guatemaltecos.