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Algunos dicen que no hay tal reforma, pero sí es seguro que el INE es federalista
Por Octavio Aristeo López
Esta es la cuestión; tema tratado en el Segundo Seminario “Homenaje a Don Jesús Reyes Heroles: el federalismo en México”, los días 21 y 22 de agosto de 2014, hoy lunes 25 de agosto es la clausura.
¿Es una reforma centralista o una reforma federalista? Algunos dicen que no hay tal reforma, pero sí es seguro que el INE es federalista, porque la mayoría de los consejeros electorales están por el federalismo entre ellos Lorenzo Córdova Vianello, abogado, teórico político, ensayista y académico; sabe lo dice y afirma, porque conoce el sistema electoral mexicano dentro del sistema político mexicano, ya que desde el 15 de diciembre de 2011 fue consejero del Instituto Federal Electoral (IFE) y en enero del 2014 tomó posesión como presidente del Instituto Federal Electoral, y desde el 3 de abril de 2014 es presidente del Instituto Nacional Electoral (INE).
Por lo que ayudará, sin duda, a fortalecer la democracia en nuestro país; otros señalan que es una democracia federalista, algunos que es un federalismo colaborativo; porque puede existir una democracia sin que exista federalismo; los pocos, argumentan que existe el federalismo centralista y el centralismo federalista, el feudoralismo.
Jesús Reyes Heroles, sentencia “los intereses centralizados se imponen y su ley no es la transformación, sino la conservación”.
Por lo mismo, algunos ponentes en el Segundo Seminario señalaron que existe un atentado al federalismo, una crisis del federalismo; es una etapa de transición con las reforma constitucional de 2014; por supuesto, esto repercute en los congresos locales y en la elección de los consejeros electorales locales de las entidades federativas, y en las controversias constitucionales que vendrán en cascada.
Existe un cambio en la geopolítica nacional y en la vida de los partidos políticos para hacer cumplir el artículo 41 constitucional, esto es alentador, y es reflejado en una frase de Benito Juárez García que se encuentra en la explanada del INE: “la democracia es el destino de la humanidad futura..”.
Ante los tres modelos de federalismo que han existido a lo largo de la historia del México independiente, repercute en la vida económica. Por ello, el federalismo actual se adecua a nuestro tiempo; unos dicen el centralismo es necesario para que se realicen las reformas estructurales, después llegará el federalismo, pero la cultura política de los gobernantes es dictatorial y represiva; les gusta reprimir los movimientos sociales por medio del ejército o las fuerzas policiacas.
Luis Donaldo Colosio, conocedor de estos sentimientos, estaba preocupado; por lo mismo, rescato parte de un discurso político sobre el tema: “Sabemos que el origen de muchos de nuestros males se encuentra en una excesiva concentración del poder. Concentración del poder que da lugar a decisiones equivocadas; al monopolio de iniciativas; a los abusos, a los excesos…” “Reformar el poder significa un presidencialismo sujeto estrictamente a los límites constitucionales de su origen republicano y democrático”.
El problema es que existen elementos que nos llevan a esa reflexión: la reelección, policía única, centralización administrativa, una clase corrupta que considera la administración pública de los tres niveles de gobierno como patrimonio personal, familiar o de grupo.
¿La clase política dejará el poder por voluntad propia, si no respeta ni la constitución? esta es la cuestión.
Por lo tanto, los grupos y las fuerzas políticas manifiesten su esencia contradictoria, entonces, su existencia es real, objetiva y concreta; está reflejando sus antagonismos en cada reforma, que expresa la verdadera naturaleza de los mexicanos.
De aquí, que el gobierno norteamericano vigila y espía al Presidente Demócrata. Lo que está sucediendo con el federalismo en México existe la posibilidad de tener repercusiones universales, porque no estamos separados de la globalidad: estamos en indisoluble vinculación con lo universal.
Considero que a través del federalismo se pueden conseguir los cambios estructurales
Estamos ante un nuevo orden mundial; un nuevo orden en el campo económico, en el social y en el político; es un nuevo orden mundial diferente al del siglo XIX y siglo XX; estamos ante un mundo diferente, ante una sociedad diferente al siglo XIX y el siglo XX.
Considero que a través del federalismo se pueden conseguir los cambios estructurales; por supuesto, se necesitan operadores políticos de acuerdo a los nuevos tiempos, no miembros de cofradías políticas separadas de la sociedad mexicana.
El presidente Demócrata necesita apoyos reales de contenido social, no solo en los medios de comunicación, no solo apoyos abstractos, sino apoyos concretos que dan frutos de expresión social, fruto que no dan los políticos especuladores sin fundamento social.
¿Cómo realizaran los apoyos que requieren las reformas estructurales?, si el líder del partido gobernante no asiste a los espacios adecuados para defender las propuestas del gobierno federal ¿tienen miedo al debate, no están preparados?
No olvidar que las movilizaciones organizadas son para negociar, provocar, dividir; y en cada movimiento existen los moderados y los radicales: los radicales promueven la ruptura y crisis institucional, choques, sangre, engaños y fintas; “alguien”, es beneficiado a esta resistencia, porque existe soberbia en cada movimiento, se les nota nerviosos y les tiembla la voz; no defienden al Presiente Demócrata, existen señalas, signos de que se están tejiendo traiciones, ya están tomándole medidas para crearle su tumba política, está en medio de las fuerzas políticas que ya ambicionan el poder presidencial. Ya están en lucha.
Cito a Jesús Reyes Heroles: “Para ejercer con vocación y acertadamente la actividad política se requieren las tres ces: corazón, cabeza y carácter. Corazón para sentir los problemas colectivos como si fueran propios, para convertirlos en metas vitales; cabeza para, con frialdad y serenidad, eludir obstáculos y vencer resistencias, calcular riesgos, sobre todos los riesgos de la colectividad en las que se influye, y carácter para no intimidarse ante las incomprensiones, los ataques y las maniobras, para no asustarse ante los problemas y, menos, ante las soluciones exigidas por los mismos problemas. Ciertamente que estos son requisitos para poder entrar de lleno en la actividad política”.
Esto observé en los que participaron en el Segundo Seminario “Homenaje a Don Jesús Reyes Heroles: el federalismo en México”.
Entonces, ¿Qué federalismo necesitamos? Primero saber en dónde estamos. Esta época histórica es una época distinta, estamos inmersos dentro en un sistema capitalista, el sistema socialista fracaso, y los países que sustentan el sistema socialista se están abriendo a la inversión extranjera privada como es el caso de China y Cuba.
Existe una lucha por mercado manufacturero global, por inversiones y tecnología; es la realidad, y México está en batalla en la productividad, trabajar, elevar la competencia, en un mercado global. Un mayor crecimiento económico en México, necesita empleos, tener fabricas manufactureras con alta tecnología; por lo que necesita que China y Estados Unidos inviertan en México.
Argumenta Octavio Paz: “Por encima de logros y fracasos, el México contemporáneo se enfrenta a la misma pregunta que, desde fines del siglo XVIII, no han cesado de hacerse los mexicanos más lúcidos: la pregunta sobre la modernización. En el siglo XIX se pensó que bastaba con la adopción de los nuevos principios liberales y democráticos. Ahora, tras cerca de dos siglos de tropiezos, nos hemos dado cuenta de que los pueblos cambian muy lentamente y que, para que esos cambios sean fecundos deben estar en consonancia con el pasado y la tradición de cada nación. Así pues, México tiene que encontrar su propio camino hacia la modernidad.” (Octavio Paz, Tiempo nublado).
Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales,
Universidad Nacional Autónoma de México.
Oaristeolopez@gmail.com