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Los ministros de Interior de los 28 países de la Unión Europea plantearon este jueves en La Valeta reformar las reglas de asilo de refugiados, pero sin salir del bloqueo por el rechazo de algunos países a recibirlos en su territorio.
"Hoy puedo decirles que avanzamos", aseguró el ministro del Interior maltés, Carmelo Abela, cuyo país asume desde enero la presidencia temporal del Consejo de la UE, instancia que reúne a a los estados miembros.
El número de migrantes que tomaron la ruta del Mediterráneo central alcanzó un récord en 2016.
Las reglas actuales prevén que el país de entrada de los migrantes al bloque se haga cargo de una eventual solicitud de asilo.
"Podemos y debemos lograr un compromiso", dijo el ministro alemán del Interior, Thomas de Maizière, en conferencia de prensa conjunta con su homólogo francés Bruno Le Roux.
En septiembre de 2015, en plena crisis migratoria, la UE adoptó un plan de reubicación basado en cuotas de reparto entre los países del bloque de 160.000 refugiados llegados a las costas de Italia y Grecia, si bien este plan, que expira en septiembre, sólo ha permitido desde entonces reubicar a unas 11.000 personas.
Países como Hungría y Eslovaquia rechazan la obligatoriedad de acoger refugiados en su territorio y proponen, en virtud de una solidaridad flexible, contribuir económicamente.
Francia y Alemania defienden, en cambio, que ningún país debe estar exento de acoger un cierto número de refugiados.
Por su parte, su homólogo eslovaco Robert Kalinak pidió trabajar en los países de procedencia de los refugiados.
"Si no detenemos el flujo de refugiados en los países de origen, no lo conseguiremos", aseguró.