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Durante el mes de mayo de este año, un conjunto de astrónomos del Observatorio de Arecibo en Puerto Rico, consiguieron captar unas ondas de radio muy peculiares que provenían de una estrella con nombre Ross 128.
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Algo que sorprendió al grupo fue que los patrones de onda no se parecían en nada a lo que podemos esperar de una estrella.
El director del Laboratorio de Habitabilidad Planetaria de la Universidad de Puerto Rico concluía:
La estructura de la señal sugiere que viene del espacio profundo. Eso es CONFUSO, porque no hay una explicación infalible para la fuente. Es posible que la señal se produzca por las llamaradas solares de Ross 128, que es una estrella muy activa que se ILUMINA con frecuencia.
Sin embargo, el equipo señalaba que normalmente las señales provienen de llamaradas y que a diferencia de las detectadas, suelen tener frecuencias mucho más bajas. Es por esto que no se descarta que las ondas vengan de algo diferente en el espacio profundo dentro del campo de visión de la estrella en cuestión. El problema de este asunto es que Ross 128 no tiene nada cerca, algo que abre aún más el debate.
Otra posibilidad es que todo esto lo haya producido una interferencia de radio cercana, algo descartable si tenemos en cuenta que las ondas de radio locales suelen tener patrones sencillos.
¿Y si la hubiese provocado una señal de un satélite en la órbita de la Tierra?, el astrónomo nos explica:
Sería también muy raro, ya que ningún satélite ha producido señales como esta anteriormente. La interferencia puede rebotar entre las montañas y los edificios y causar cosas extrañas, sin embargo, nunca como esto.
Dicho esto, el groso de la señal indica a todas luces que ciertamente la fuente se encuentra en el espacio profundo. Una muestra de ello nos la ofrecen las frecuencias recibidas, ya que una onda de radio de una emisora de la Tierra tiene solo una frecuencia y la señal de Ross 128 contiene ondas de muchas frecuencias distintas, y éstas han llegado a la Tierra en diferentes lapsos de tiempo.
Una posibilidad es que la fuente provenga de una interferencia de radio cercana, aunque sería raro ya que las ondas de radio locales suelen tener patrones fácilmente identificables.
Con esto podemos afirmar que la señal estuvo viajando a través del espacio durante un largo período de tiempo. Las ondas de radio que viajan hasta la Tierra se encuentran con partículas durante su estancia en el espacio interestelar, esto hace que las frecuencias más bajas se ralenticen así que llegan más tarde que las frecuencias altas (efecto de dispersión), algo que se acentúa cuanto más tiempo viaja una señal en el espacio.
Finalmente, el equipo señala que cabe la posibilidad de que estemos ante un tipo de llamarada solar nunca vista anteriormente, aunque algunos dicen a boca pequeña, "existe la tentadora opción de los alienígenas", aunque probablemente "sea alguna de las otras explicaciones".
Todos los entresijos de este asunto serán destapados próximamente, ya que los astrónomos están investigando en profundidad este asunto para conseguir más detalles que arrojen algo de luz a todo este asunto.