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Las casas de tres jóvenes palestinos que mataron a una policía israelí fueron destruidas este lunes por el ejército israelí en Qabatiya, en Cisjordania ocupada, según responsables de seguridad palestinos.
Durante el ataque, que se produjo el 3 de febrero en Jerusalén Este, parte de la ciudad anexionada y ocupada por Israel, tres palestinos armados con un cuchillo y un arma de fuego mataron a una agente e hirieron a otra.
Otros policías abatieron posteriormente a los autores del ataque: Ahmad Zakarneh, Mohamed Kamil y Ahmed Abu Al Rub, de 19 y 20 años.
Este lunes, sus viviendas familiares en Qabatiya, en el norte de Cisjordania, fueron derribadas con explosivos por soldados israelíes. Durante la operación hubo un intercambio de disparos entre militares y palestinos y dos de estos últimos resultaron heridos, según responsables de seguridad palestinos.
Ante la ola de violencia desatada a principios de octubre del pasado año, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, decidió acelerar las demoliciones de viviendas pertenecientes a autores de atentados. Los detractores de esta medida denuncian que se trata de un castigo colectivo injustificado que deja a las familias en la calle. El gobierno de Tel Aviv defiende que se trata de una medida disuasiva.
Israel, Jerusalén y los Territorios Palestinos viven una ola de violencia desde el 1 de octubre en la que han muerto 200 palestinos, 28 israelíes, dos estadounidenses, un eritreo y un sudanés, según un recuento de AFP.