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Las lavativas Cierta joven soltera, / de quien un oficial era el amante, / pensaba a cada instante / cómo con su galán dormir pudiera / porque una vieja tía / gozar de sus amores la impedía. /Discurrió al fin meter la penitente / en su casa, y, fingiendo que la daba / un cólico bilioso de prente, / hizo a la vieja, que cegata estaba, que un colchón separase / y en diferente cama se acostase. /Ella en la suya, en tanto, / tuvo con su oficial lindo recreo, / dándole al dengue tanto / que a media voz, en dulce regodeo, / suspiraba y decía: / -¡Ay...! ¡Ay...!¡Cuanto me aprieta esta agonía! /
La vieja cuidadosa, / que no estaba durmiendo, / los suspiros oyendo, / a su sobrina dijo cariñosa: /- Si tienes convulsiones aflictivas. / niña, yo te echaré unas lavativas./-No, tía -ella responde-, que me asustan. /- Pues si son un remedio soberano. /-¿Y qué, si no me gustan? /-Con todo, te he de echar dos por mi mano /Dijo, y en um momento levantada, / fue a cargar y a traer la arma vedada. / La mozuela, que estaba embebecida / cuando llegó este apuro, / gozando una fortísima embestida, / pensó un medio seguro / para que la función no se dejase / ni a su galán la tía allí encontrase; / montó en él ensartada, / tapándole su cuerpo y puesta en popa, / mientras la tía, de jeringa armada, / llegó a la cama, levantó la ropa / por un ladito y, como mejor pudo, / enfiló el ojo del rollizo escudo. /En tanto que empujaba / el caldo con cuidado, / la sobrina gozosa respingaba / sobre el cañon de su galán armado, / y la vieja, notando el movimiento, / le dijo:- ¿Ves como te dan contento / las lavativas, y que no te asustan? / ¡Apuesto a que te gustan! /A lo cual la sobrina respondió: / -¡Ay! por un lado sí, por otro no,
Samaniego
Autor 'libertino' sus textos se guardaron como literatura oral y fueron pasando de boca en boca con los años. Narraciones de las andanzas de mozas, frailes, monjas, husares, viudas, soldados, esposas descontentas y bigardos de altura y de cómo los habitantes de aquel tiempo en ciudades, conventos o aldeas se las arreglaban para ligar y fornicar de lo lindo y escapar al control y las convenciones. Aquí van algunos ejemplos.
Entresacado: EL PAÍS publicado el 15 oct. 2012.