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Una nueva Ley de Instituciones del Sector Bancario que aumenta los controles y define como servicio público a la banca afectará la operatividad de dicho sector en Venezuela, afirmó hoy el analista financiero Francisco Faraco. El economista privado dijo a Notimex que la legislación “introduce un elemento de mucha inestabilidad en lo que es más caro, la tranquilidad del negocio bancario” al otorgarle carácter de utilidad pública a los bienes que tiene la banca para su actividad. “Hay muchas razones que abonan para declarar la banca como un servicio público”, pero de allí a que todos los bienes que la banca usa para prestar servicios son de utilidad pública, “luce con un propósito distinto a una categorización mercantil de la banca”, dijo. Faraco precisó que la norma “haría más expedita” una eventual estatización de la banca, ya que el Congreso no deberá aprobar la declaratoria de utilidad pública previa a una expropiación, como lo establecen las leyes. Según explicó, este aspecto afectará la seguridad sobre la propiedad de los bancos y tendría como consecuencia una mayor dificultad de los bancos privados para obtener líneas de crédito con entidades financieras del exterior. El director de la firma de consultoría financiera “Faraco y asociados” añadió que la imposición de un límite de 20 por ciento -sobre el total de créditos- al financiamiento de bienes de consumo aumentará los “problemas de liquidez” de los bancos. Explicó que la reducción de los créditos a corto plazo de los bancos, mientras paralelamente se han venido ampliando los plazos de carteras como vivienda o el agrícola, conduce a agudizar un problema de “descalce de plazos” que es “crónico” en el sector. “Todo eso apunta a que la cartera del activo cada vez rota menos en tanto que el pasivo mantiene su altísima rotación”, indicó. El economista también consideró negativas una serie de regulaciones sobre el funcionamiento de la asamblea de accionistas y de “ingerencia sobre la gestión” diaria que entorpecerá la actividad bancaria. Puntualizó que la ley obliga a incorporar a la asamblea de accionistas a un representante de los depositantes o de grupos ajenos a los accionistas, que pueden crear un “punto de conflicto” en su manejo. Señaló que los permisos de las autoridades para nombrar un gerente o abrir un cajero automático, profundiza un “tutelaje” de funcionarios que “no tienen habilidad para ello”. En cambio, Faraco compartió las nuevas normas que limitan a los bancos a un 15 por ciento de participación del mercado total, lo que dijo “es una copia de la ley de Estados Unidos” y la prohibición de su participación en otras instituciones como casa de bolsa o en una aseguradora. “Creo que los bancos mientras más mantengan su actividad de intermediarios financieros, tanto mejor, la conexión que se dio en Estados Unidos entre bancos y compañía de seguros en el sector inmobiliario ha demostrado ser negativo. Banco es banco”, sentenció. El analista comentó que la gestión de la banca venezolana, muy vinculada a la compra de papeles del Estado, “no es problemática” y presenta en general índices de morosidad de la cartera crediticia menores a otros países. “No es un problema de la cartera demorada sino de una cartera que forzosamente debe colocarla a muy largo plazo apalancándola con activos de corto plazo”, observó.