Ardid Político.-

Rafael Catzin..-

La dichosa pretensión de modificar la ley de derecho de réplica es solo una clara censura bajo el agua a los medios y a los comunicadores, no se saldrán con la suya funcionarios y dirigentes políticos.

La partidocracia impulsa esta famosa ley para que la ciudadanía no esté enterada sobre las acciones de los diferentes actores políticos, lo sucio, lo oculto que daña a la sociedad.

Para los políticos, los comunicadores somos una plaga que los observa y los asecha constantemente, pero en realidad “Cuando el río suena, agua lleva”. Los rumores pueden tener fundamentos y es preciso estar atentos e investigar, pero no puede imposibilitarnos comentarlo, publicarlo, estamos concientes de que el hecho periodsítico surge a partir de los rumores.

La crítica para ellos es un riesgo para revelar lo que hay en lo obscuro

El deber de un político y funcionario es hacer las cosas como deben ser, portarse bien en sus funciones y evitará estar en bocas de todos, de los rumores. El deber del comunicólogo es seguir investigando sobre el tema e ir informando al respecto, no quedarse anclado en el rumor.

La mala idea que se han creado los políticos es que el deber de un comunicólogo es difundir solo lo bello, lo que el quiera que sepa la sociedad. La crítica para ellos es un riesgo para revelar lo que hay en lo obscuro.

El problema del político es como afirma el refrán: “Los políticos honrados se quitan de en medio cuando cae sobre ellos la sospecha”. El gravísimo problema es que no se esfuerzan, no se atreven a ser inteligentes, por eso se hacen políticos. Qué culpa tenemos nosotros !

El deber de un político y funcionario es hacer las cosas como deben ser