A veces estamos sumidos en las ideas que otros han implantado en nosotros como si fueran parte de nuestra constitución cósmica, como marca de nacimiento o como los gestos que heredaste de tu abuelo.

De niño te decían que movías las manos como papá y que te enojabas como mamá, te decían que alegabas como tu tío o que tu papá te había zurrado; nunca te dieron tu propia personalidad, nunca fuiste tu; siempre estabas siendo alguien mas; y por si fuera poco te enseñaron a portarte con educación ante la gente que no conocías y a ser el chistosito con tus tíos, eras violento y cabrón con tus primos y dulce con tus primas por que así te lo enseñaron en casa; después vino la escuela, tenias que ser mas inteligente que tus primos para que tus padres pudieran superar sus traumas ante tus tíos, te obligaron a punta de madrazos (mala leche) a ser “mas inteligente” que los demás, “por que mi hijo no es ningún pendejo” decía tu papá y después vino la vida y a güevo tuviste que olvidarte de que tu eres güevón pues en la vida hay que trabajar pa’ que seas mas chingón inclusive que el pendejo de tu papá (así te lo decía tu mamá) y así fue como te perdiste, te anulaste ante ti mismo, te volviste gris y te pegaste a la oscuridad de un escritorio, como sanguijuela a las piernas desnutridas de tus cuates de la infancia que se iban de pinta a nadar al río mientras tu fingías ser chingón…

Un día reventaste, y ese día no tembló la tierra ni cayeron huracanes ni maldiciones gitanas sobre nadie; solo empezaste a ser tu, pero ya era demasiado tarde ya de ti no quedaba nada mas que la confusión de quien eras y quien pretendías ser; te habías dejado joder la vida tanto que ya no te reconocías ya no eras tu aunque fueras tu, el espejo reflejaba otra persona que no conocías, que no entendías y desesperado saliste a la calle buscando alguien que se acordara de ti para que te dijera quien eras y lo primero que viste fue un grupo de gente que olía mal como tu nunca lo habías hecho que bebía como tu nunca lo hiciste que comía lo que tu nunca comiste y te acercaste a ellos y ellos te aceptaron como si te conocieran y entonces te sentiste cómodo y ahí te quedaste un par de días, y viste a una puta de esas que tu nunca te habías cogido y en un delirium tremens de alcohol y resistol; le dijiste:

A veces quien te quiere te lastima sin saberlo..

Aun tienes vida, y tu vida no es aquí; vete y no vuelvas, vete tu que si puedes hacerlo; yo ya me quede ya no puedo salir de aquí…

Que se fuera (como tu lo hiciste) y ella no te entendió y se marchó mientras tu caías al piso en violentas convulsiones de alcohol con chemo mientras veías a papá encabronado por dejar de ser lo que el siempre quiso ser y a un lado te viste a ti mismo dándole un putazo pa’ que ya te dejara en paz y ahí mismo, antes de que llegara la ambulancia, dejaste de ser para empezar a ser. (Libre)