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Con la advertencia sobre el cuidado que uno debe tener ante los llamados psicópatas, que son “más comunes que lo que uno pudiera imaginarse”, ya está en librerías del país “Mentes peligrosas”. El libro de la psiquiatra Ana Beatriz Barbosa Silva alerta también al lector de cualquier nivel social y económico, edad, ocupación y sexo, al decir que “ellos pueden dañar nuestras vidas de muchas maneras... y están a nuestro lado”. Son brillantes, atractivos y seductores; se les podría confiar los bienes más preciados y hasta la vida misma sin saber que al mismo tiempo y sin que se sospeche, reúnen en su persona una serie de conductas antisociales. “Son mentirosos, egoístas, narcisistas, capaces de provocarnos el más grande de los daños y todo ello sin el menor asomo de remordimiento. Pero lo peor de todo es que están entre nosotros, incluso podrían dormir al lado nuestro”, anota en el volumen. La especialista en la mente humana añade que pueden ser los amigos de cualquiera, novios, esposos, hijos o padres. “Ellos son las mentes peligrosas, los llamados psicópatas y son más comunes que lo que uno pudiera imaginarse”, insiste. Con una narración ágil, documentada y sencilla, la psiquiatra Barbosa Silva detalla las características y acciones más comunes de estos individuos capaces de llegar al asesinato, aunque éste no sea el punto culminante de todos ellos. En el libro, la doctora describe también algunos casos de los que ha tenido conocimiento directo, o por medio de los medios masivos, para dejar en claro los rasgos más comunes de estos seres que parecen alimentarse de los demás. Porque, subraya la especialista, es muy difícil reconocer a esas personas. “Saben actuar tan bien como el más avezado de los actores profesionales y logran engañar a todo mundo hasta alcanzar los objetivos que se han trazado”. Propósitos que tienen qué ver con la posesión de bienes materiales o personas, para que al final desechen lo que ya no les sirve. Eso, sin el menor asomo de culpa o remordimiento, pues no poseen esa característica llamada conciencia. Por esa falta de conciencia, asegura la autora, “no pueden ponerse en el lugar del otro”. El libro estremece por su contenido y deja en claro que todos necesitan reconocer a estos seres que van destrozando vidas a su paso.