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Las Pymes gallegas con nicho de mercado en Argentina, sufren en partida doble los perniciosos efectos que genera en su actividad la uniformidad neoliberal que rige la dinámica política del país de origen y destino
A juzgar por los acontecimientos, la odisea neoliberal del Presidente M. Macri, ocasionará un negativo impacto en la economía gallega, desde el punto y hora que Argentina es el segundo mayor mercado latinoamericano para un amplio sector empresarial de nuestra comunidad, cuya relevante cifra de negocio se verá afectada negativamente por el impacto que generará la intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI), ese organismo de ingratos recuerdos, pues su nueva entrada en escena hace que el fantasma del corralito vuelva a la mente de la mayoría de los argentinos, los mismos que tres quinquenios atrás sufrieron las drásticas consecuencias de sus efectos.
Es por eso que en un momento en que un significativo número de empresas gallegas apuestan con fuerza por el país patagónico con una cota de negocio de cifras millonarias, la nueva intervención del FMI, 12 años después de ser expulsado del país traerá consecuencias demoledoras que obviamente afectarán en los substancial al balance comercial de la economía de Galicia, pues tirando del manual utilizado por este Fondo prestamista en su anterior fase de intervención, es fácil deducir que las consecuencias derivadas de la intervención en rescate afectarán a la economía del país latinoamericano de tal modo que su repercusión traerá consigo una nueva y prolongada recesión.
Para hacernos composición de lugar no podemos soslayar que el presidente Mauricio Macri ingeniero de profesión, es un acérrimo prosélito del neoliberalismo vinculado económicamente al sector empresarial y que su gabinete está conformado mayormente por ejecutivos procedentes de empresas multinacionales, no debiendo sorprender por tanto la trayectoria de su Gobierno desde su constitución en diciembre del 2015, por cuanto, las medidas tomadas desde entonces están directamente relacionadas con su propio perfil ideológico.
Por vez primera en la historia del país austral la derecha oligárquica con un partido político constituido para la ocasión accedió al poder a través de las urnas; un triunfo logrado mediante una excelente campaña de marketing político, con el auxilio de los medios de comunicación hegemónicos y el camuflaje de la posterior aplicación del recetario neoliberal.
En aquellas elecciones Macri como candidato jugó su baza electoral sabiendo de antemano el rechazo que la sociedad civil sentía hacia el neoliberalismo en razón a los avatares del 2001, cuando su implantación forzada luego de un convulsionado proceso de ajuste y de represión de las movilizaciones sociales, fue el desencadenante de la que luego vino a denominarse “marea rosada latinoamericana”.
Es decir, el origen del giro dado por varios gobiernos latinoamericanos, hacia políticas públicas y sociales opuestas a la orientación neoliberal que caracterizó, en general, al continente en las décadas previas.
Lo que ahora está ocurriendo en Argentina con las políticas de Macri, es la exacta reproducción de lo que viene sucediendo en España desde que Rajoy tomó las riendas del Gobierno
De ahí que el candidato durante la campaña para sortear esa cortapisa desplegara todo un conjunto de mentiras y falacias, reclamando el voto de la ciudadanía por medio de promesas, que logrado el triunfo incumplió de manera sistemática, conformando con ello una verdadera estafa electoral.
Es por eso que insistir en utilizar el neoliberalismo como fórmula de solución cuando su anterior aplicación ha sido la causa de la peor crisis financiera y social del último medio siglo en el país austral, es cuando menos un despropósito; pero si ahora en su nueva versión hay quien sostiene que basta con desplazar las prácticas populistas para que comience el progreso económico como si el desarrollo pasase a depender de las volátiles emociones de los inversores, entonces el desvarío está servido
Lo que está ocurriendo actualmente en Argentina con las políticas de Macri, es la exacta reproducción de lo que viene sucediendo en España desde que Rajoy tomó las riendas del Gobierno, con la diferencia temporal de siete años de calendario, pero con idéntico cometido político; que no es otro que favorecer los negocios de los dueños del dinero y facilitar las dinámicas especulativas; dejando de lado las más elementales preocupaciones por el bienestar social como así pone de manifiesto el crecimiento de la desigualdad y aumento abrupto de la pobreza.
En ambos países no se habla de desarrollo, ni tampoco de crecimiento, que sí de negocios despegados del mundo de la producción, pues en realidad la verdadera finalidad de las políticas neoliberales es aumentar los beneficios de rentas altas a través de medidas de distinta índole, usando la metafísica neoliberal para hacernos creer que tales medidas nos benefician a todos a pesar de que la realidad indica justo lo contrario.
Y cuando los hechos demuestran el alcance del fracaso, son sus precursores los que en un ejercicio de negación intentan justificar el mismo aduciendo no haber empleado la intensidad de aplicación que la situación requería
El neoliberalismo que ha atrapado al mundo entre sus garras, no solo ha causado graves perjuicios a la estabilidad democrática y suprimido todo resquicio de bienestar, sino que sus demoledores efectos han causado igualmente la devastación del tejido productivo de menor escala y de mayor potencialidad en la generación de empleo, siendo por eso que mientras su vigencia permanezca el estado de recesión será permanente y la reactivación económica un todo inalcanzable.
De ahí que crédulos de tal doctrina, debieran saber, que comulgar con ruedas de molino mas que redimir indigesta.