Por Fernando Ramírez López    

Para los que sin ver creyeron

“Platón y toda la tradición neoplatónica posterior, se enfrentó a la terca postura de Heráclito, según la cual cuando estamos despiertos compartimos una realidad,   pero cuando soñamos entramos en un mundo exclusivamente privado”.

Harold Bloom. Presagios del milenio

Existe un momento de descomposición en las sociedades, en la que los hermanos se enfrentan a los hermanos, ya nada les es ajeno y la búsqueda del poder terrenal, se vuelve el propósito fundamental de su malvada existencia. Los Borgia forman parte de lo más siniestro de la historia moderna. Estos seres estimularon por largo tiempo la obra de historiadores y sicólogos.

El fondo de los Borgia está nutrido por la historia de la Iglesia Católica, en ella tienen su origen y ella es la base de todas sus actividades; y el agudo contraste de su ser con la santidad los hace aparecer demoníacos. Los Borgia –no existe propósito alguno con aparejar esta historia con los hermanos Moreira- constituyen una sátira de la forma y de una concepción del poder. Sus figuras están en un alto pedestal como Humberto y Rubén Moreira y su faz está alumbrada continuamente por la luz del ideal populista y de colonia paupérrima; done a cambio del hambre  se canjea el sufragio por una despensa para mantener la hegemonía. Es a través de este vitral corrupto y empañado que los vemos y reconocemos; el sentimiento amoral que nos producen sus actos está penetrado por el control de líderes priístas y de otros partidos venales; sin todo esto, y ubicados en un sitio más profano, los Moreira bajan al nivel de sus seguidores como es el caso de Miguel Ángel Riquelme Solís, Mario Cepeda Ramírez, Lauro Villarreal, Pablo Chávez Rossique y Jorge Torres entre otros muchos, hombres de naturaleza análoga y pronto dejan de ser individuos para configurar una serie de sátrapas al servicio de sus bolsillos y de sus abultadas cuentas bancarias.

Estos  son monstros morales, que en esta forma aparecen en los escenarios públicos, la leyenda hoy construida en Coahuila por abusos y asesinatos, puede ser sometida a una crítica colectiva y a un tribunal imparcialmente ciudadano, que juzgue y castigue los hechos de esta negra historia.

Los lugares donde se desarrollaron los ilícitos son Acuña, Saltillo, Torreón y el resto de la tierra coahuilense, con defectuosos asesores financieros, banqueros comprados y con una justicia que no ha sido capaz de emitir un dictamen definitivo sobre la historia económico - política de esta entidad, otrora llena de gloria y añejo lustre.

Hacia 2014 se realizarán elecciones para diputados locales en el Estado y tendrán la oportunidad ciudadanos y observadores de conocer cómo se las gasta Rubén Moreira con 14 partidos en la entidad a su servicio y dos asociaciones políticas más, utilizadas para explotar el hambre, intervenir teléfonos, amenazar y vigilar a los que no están de acuerdo, además de cuantiosos acarreos públicos en taxis repletos de necesitados que no tienen para comer ese día, ni muchos más.

Tenemos un archivo como sociedad incolora y domeñada, no detiene los efectos letales de la historia contra sus opresores y les sirve como frágiles sirvientes

¿Dónde quedó la revolución de 1910?, ¿Dónde quedaron las tiendas de raya?, ¿Dónde quedó la dignidad humana?. La respuesta es que fueron meros sueños de opio y que se extraviaron en sueños nocturnales, pero a estos hechos existe un misterio fundamental que es el que estos seres lo mismo embarazan las urnas que se roban los votos,   la pregunta es que hacen los demás partidos, la respuesta es nada, se contagian de la corrupción porque forman parte de la misma pasta. Es decir, todos lo sabemos, la diferencia es que en esta ocasión lo estamos poniendo en claro, para que ya no juguemos al Tío Vivo y admitamos que somos una sociedad acomodaticia que a todo le teme.

Tenemos un archivo como sociedad incolora y domeñada, no detiene los efectos letales de la historia contra sus opresores y les sirve como frágiles sirvientes. Existe mucho material documental, sobre sus transas y contratos, pero no se hacen públicos porque entre los mismos dirigentes de los partidos cubren la manta de corrupción que los protege, han olvidado la vergüenza y nos preguntamos ¿Con qué cara ven a sus hijos al regreso diario a sus casas?, ¿Cómo se sostienen ante su mujer? Cuando saben que para ganarse el oro, forman parte de una gazmoñería y de la indignidad.

Quedarán para la historia legendaria estas palabras y asumo las consecuencias, no le temo señor gobernador Rubén Moreira, porque esta exposición de hechos ha construido un Coahuila lleno de vergüenza y la historia que es la verdadera jueza de nuestros actos, en su momento habrá de ponerlo ante el paredón de los culpables.

Los Borgia conquistadores, como los Moreira concupiscentes, pudorosamente tendrán que confesar ante el juez de letras, que no son capaces de salir a la vía pública menos a enfrentar la realidad de su magro destino.

A todos aquellos que han participado de su holocausto, esperamos los acompañen en la hoguera. Claro está que en la historia de los Borgia como en la de los Moreira es un mero parecido de la realidad que los hace prácticamente idénticos.

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