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Los nazis inventaron diversos métodos para eliminar a todo el pueblo judío. La primera fue encerrar a los hebreos en la isla de Madagascar al sureste de África. Pero como no funcionó Eichman inventó la solución final o sea el exterminio masivo en las cámaras de gas
El profundo odio que sentía Adolf Hitler por la raza judía, a la que consideraba culpable de organizar una gigantesca trama conspirativa contra Alemania y de orquestar internacionalmente el tratado de Versalles para liquidar las responsabilidades del Imperio alemán en la guerra europea (1914-1918) provocó la creación de grandes operaciones para deshacerse de los judíos tales como el Plan Madagascar, la «Reubicación» (como le llamaban los nazis) de las razas indeseables en Siberia o en campos de concentración o la «Solución Final» (el exterminio físico masivo de miles de personas).
La idea de una gran deportación de judíos venía de una mente brillante. La planteó en 1885 un antisemita fanático y filósofo germano, Paul Antón de Legarde (1827-1891) orientalista nato. Era la época del colonialismo europeo en África. En las disputas territoriales entre las grandes potencias, Madagascar terminó en manos francesas como "protectorado" justo en ese año de 1885 y para calmar las tensiones con otras potencias que también reclamaban la isla, un administrador colonial francés la propuso para Francia como gheto u "hogar" de los judíos de Europa.
El hecho de establecerse en el continente negro tampoco desagradaba a muchos judíos: el Movimiento Sionista consideró en 1904 seriamente la idea de establecer un estado de Israel en Uganda, aunque es dudoso que sopesaran la opción malgache. En la misión que en 1937 envió Polonia para comprobar si Madagascar era apta para acoger a la estirpe deicida estaban dos judíos, Leon Alter y Shlomo Dyk, según relata Jennifer Rosenberg (indudablemente judía) en About.com. El líder de la comisión consideró que la isla africana podía acoger a entre 40.000 y 60.000 judíos pero los Alter y Dyk creían que el máximo factible para acogerlos era de 2.000 personas.
Un año después el ministro alemán de Exteriores de la Alemania nazi, Joachim von Ribbentrop, propuso formalmente el Plan Madagascar en una conferencia de paz en Londres, con buena acogida de Curchill. Según la “Enciclopedia del Holocausto”.
“Como Madagascar era todavía una colonia francesa durante las conversaciones, Alemania no podía llevar a cabo sus planes sin la aprobación de Francia. El desarrollo de la II Guerra Mundial acabó con la duda y tras la derrota de Francia en 1940, Alemania dejó de necesitar la aprobación de nadie en Europa occidental sobre el plan”.
Fue Heinrich Himmler, el máximo dirigente de la SS, el que presentó a Hitler a fines de de 1940, recién ocupada Francia, un estudio de sus analistas sobre qué hacer con los pueblos conquistados y sus nuevos súbditos. El trato que recibirían y la categoría y el espacio que cada pueblo ocuparía en el mundo ario y puro que Hitler estaba creando. Los polacos, por ejemplo, que ya llevaban conquistados un año por los alemanes estaban considerados por Himmler y sus “intelectuales” de la SS, como un pueblo subhumano del Este, sólo aptos para ser campesinos y obreros poco cualificados no exactamente el exterminio.
Himmler, siguiendo lo que decía el Fuhrer, había barajado la posibilidad del exterminio de los judíos puro y simple desde el principio. Paradójicamente el hombre que daría después la orden de la “Solución Final” (Holocausto), no tenía medios materiales ni personal suficiente para llevar a cabo una operación de esa envergadura. Y Hitler, se conformó en ese momento, 1940, con un proyecto de exilio forzoso, una deportación a un espacio grande, porque el exterminio se parecía al estilo de las purgas de los bolcheviques y ´l no era Staolin. Sin la presencia de los confinados, el mundo se olvidaría de ellos. Lo demás sería sencillo.
Los polacos racistas, en cambio, en el periodo de entre las dos guerras, mantenían una política racista y pidieron a la comunidad internacional la urgente creación de un estado judío. Y eso para "echar" a los más de 3, 5 millones de judíos que vivían en Polonia. Los políticos de ultraderecha francesa y los británicos de la época respaldaban el plan polaco europeo y apoyaban a Varsovia, llegándose incluso a planificar más de un viaje de colonos judíos polacos a algúnlugar de Africa.
Los nazis estuvieron barajando la idea de trasladar ya a los judíos alemanes a Madagascar entre 1938 y 1941, con el beneplácito de Hitler. En realidad, el proyecto de crear una tierra prometida forzosa se remonta a finales del siglo XIX pero no fue hasta 1937, con los nazis en el poder, cuando Polonia envió una comisión a Madagascar para determinar si era factible esa migración forzosa. La comisión decidió que no era viable, de modo que para resolver el “problema judío” se optó por aplazarlo.
De todos estos planes, uno de los más descabellados éste de Madagascar, fue el primero. Como hemos dicho estaba concebido por un teórico nazi y orientalista germinal Franz Rademacher (jefe de la Oficina de Relaciones Exteriores de Alemania) en verano de 1940. Ese año, propuso recluir a todos los judíos de Europa a la isla de Madagascar, situada en el oceano Indico (al sudeste de África). La idea –que fue posteriormente publicitada como un gran ejemplo de generosidad de Adolf Hitler- planteaba la creación de un gigantesco gheto que abarcaba toda la isla y de cuya organización y «seguridad» se encargarían las SS.
Los judíos en esos proyectos etnográficos nazis eran siempre los peor parados. Es innecesario transcribir las vilezas e insultos( y amenazas) que los documentos contenían cotra el pueblo judío.
Madagascar es la isla más grande del continente africano y la cuarta más grande del mundo. También es una isla relativamente despoblada, con 19 millones de habitantes en un tamaño ligeramente superior al de España. En el período entreguerras, sin embargo, apenas llegaba a los 4 millones de habitantes. Japón y Polonia, por separado, habían estudiado la posibilidad de utilizar la isla para aliviar sus respectivos problemas de superpoblación. La idea de establecerse en el continente negro tampoco desagradaba a los propios líderes judíos: el Movimiento Sionista consideró en 1904 seriamente la idea de establecer Israel en Uganda, aunque es dudoso que sopesaran la opción malgache.
Existía a finales del siglo XIX y principios del XX una corriente internacional antisemita obsesionada con expulsar a los judíos de Europa y muchos de ellos estaban medio desesperados. Por eso paralelamente, los círculos de poder judíos intentaban regresar a Palestina, la tierra donde consideraban debía estar el estado de Israel. Volver a "Eretz Israel" no era tan sencillo, porque estaba bajo control británico, era zona estratégica del Imperio y la excusa, el que allí vivían también desde hacía siglos pueblos árabes. Por eso hasta Theodor Herzl (1860-1904), fundador del movimiento sionista, que puso las bases para la creación de una patria judía, consideró la posibilidad de crear un estado de Israel en algún lugar del África Oriental.
Desde que los nazis llegaron al poder, Himmler tenía in mente toda la “política de salón europea” reciente sobre la “cuestión judía” y no le parecía descabellado que la deportación masiva a África fuera bien vista hasta por los políticos de la No-Intervención europeos en conflictos locales, como la guerra civil en España o Abisinia que hasta ahora eran sus enemigos. El mayor problema de Himmler y sus fanáticos en Europa era la recolocación de las poblaciones conquistadas en la guerra relámpago de los generales de Hitler.. En algunas zonas, como los Sudetes (Checoslovaquia), lo que interesaba era repoblarlo con el mayor contingente humano posible de origen alemán y expulsar a las etnias no germanas y en especial los judíos y los gitanos.En otros casos, como en Polonia, los racistas decían que se trataba de “limpiar” el territorio de pueblos inferiores. Lo único que cambiaba era la terminología.
En la comisión que envió Polonia en 1937 para comprobar si Madagascar era apta para acoger a la estirpe deicida impulsada por dos judíos, Leon Alter y Shlomo Dyk, había grandes desacuerdos, según relata Jennifer Rosenberg (indudablemente judía) en About.com. El líder de la comisión consideró que la isla africana podía acoger a entre 40.000 y 60.000 judíos pero los amigos de Alter y Dyk opinaban que el máximo factible era de 2.000 personas.
La posición de la isla de Madagascar, por entonces posesión colonial francesa en la costa sudeste del continente africano era ambigua. Francia estaba ocupada por los nazis y el Mariscal Petain se avino a la petición alemana de la cesión de la isla al III Reich. Así que la organización de las SS comenzó a trabajar sobre el terreno en junio de 1940; el propio Franz Rademacher, que estaba a cargo del mismo, formuló sus conclusiones en el documento “La Cuestión Judía”, incluido en el Tratado de Paz con Francia, editado al mes siguiente. Sus ideas se basaban en que no sólo el régimen alemán, sino todos los países europeos estarían dispuestos a deportar a sus ciudadanos judíos a la isla de Madagascar, cedida “legalmente” a Alemania como potencia mandataria. Berlin se encargaría de la organización de las deportaciones y del posterior gobierno de la isla.
El renacimiento de este plan absurdo se reprodujo, concretamente, un 3 de junio hace 75 años. Ese día –con la II guerra mundial "la blitz-krieg", avanzaba a buen ritmo para la «Wehrmacht»- (la que estaba a punto de conquistar Francia)- Rademacher envió una carta al Alto Mando alemán en la insistía, cuanto antes, en el inicio de su gran plan: «La victoria se acerca y Alemania debería posibilitar –en mi opinión, el deber- de procurar que todos los judíos se marchen fuera de Europa. Que desaparezcan de nuestra vista». En este documento de varios folios redactado por Eichman se determinaba la forma en que Alemania enviaría a miles de judíos a Madagascar.
Un año después el ministro alemán de Exteriores de la Alemania nazi, Joachin von Robbentrop, propuso en una conferencia de paz en Londres, el Plan Madagascar.Según la “Enciclopedia del Holocausto”, la soberanía sobre Madagascar obligaba a los alemanes, a la reubicación y compensación de los 25.000 ciudadanos franceses a la sazón residentes en la isla.
Al final la solución de Madagascar hubiera sido preferible a la cámara de gas
“Como Madagascar era todavía colonia francesa durante las conversaciones, Alemania no podía llevar a cabo sus planes sin la aprobación de Francia. El curso de la II Guerra Mundial acabó con las discusiones y tras la derrota de Francia en 1940, Alemania dejó de necesitar coordinarse con Europa occidental acerca del plan”.
Fue al invadir la Unión Soviética en 1941, el ejército alemán que la implementación del plan Madagascar fue suspendida, comenzándose a trabajar en la organización de la deportación de los judíos europeos a los territorios conquistados en el este de Europa, trabajo que culminó al celebrarse la conferencia de Wannsee. El único intento eficaz de poner en marcha el plan Madagascar puede haber sido, aunque no existe certeza, la deportación realizada en octubre de 1940 de alrededor de 6.500 judíos alemanes al campo de Gurs situado en Francia y administrado por el régimen de Vichy.
La privacion a los judíos de cualquier ciudadanía europea y la incautaucion de las fortunas que pudieran tener en Europa, eran requisitos previos al plan Madagascar. Una vez allí, los judíos podrían fundar una colonia que se autorregiría cumpliendo las normas de las SS para garantizar su comportamiento. A su vez, Rademacher argumentaba que esta idea podría venderse como una gran muestra de generosidad por parte de Hitler. La idea algo delirante, era lograr que el concepto de la mera existencia del “judío“ desapareciese de Europa.
La propuesta de Rademacher se hizo rápidamente hueco entre la cúpula nazi y fue apoyada por miembros del partido como Adolf Eichmann y Goebbels. Hasta Hitler llegó a informar de ella como algo genial a Benito Mussolini. Se tomó tan en serio, que los alemanes dejaron durante muchos meses de construir ghetos para los judíos de media Europa, pues consideraban que al final todos serían trasladados a Madagascar y no harían falta. La noticia llegó hasta Adam Czerniakow, un funcionario que profesaba esta teoría como una religión y que, según afirmó, oyó corroborarla a un alto oficial alemán cuyo nombre no dijo pero debía de ser Himmler.
Los nazis abrigaban la intención de convertir la isla de Madagascar en un “vertedero” en el que los judíos fueran muriendo poco a poco.'El "master Plan" no era otra cosa que convertir la isla más grande de África, en un nuevo Auschwitz. Los oscuros y secretos planes de un Adolfo Hitler perduraban aún en horas posteriorers, en febrero de 1943.Concretamente, y según el macabro plan, las SS transportarían a todos los judíos hasta el puerto de Trieste en Italia, atravesarían el canal de Suez en grandes buques ingleses y seguirían hasta Diego. En total, serían trasladados más de un millón de ciudadanos a fin de "librar" de judíos a Europa.
El Auschwitz africano estaría dividido por sectores. La zona norte sería zona militarizada y en el este y oeste se levantarían "ghetos inmensos" construidos por los propios judíos. Todo bajo control de un gobernador policial de las SS.
El plan, según repetía Himmler, era “mejor que la exterminación física del método bolchevique”. El jefe de las SS había convbersado con su superiore ídolo, Adolf Hitler, sobre la idoneidad del plan a lo que éste respondió que era “muy bueno y correcto”, según la “Enciclopedia del Holocausto”. El programa, diseñado por Franz Rademacher y Adolf Eichmann, jefe de la oficina de evacuación de judíos del III Reich, contemplaba la expatriación de un millón de judíos al año durante un período de cuatro años.
El diseño de colonización se puso en marcha un año después del control de Córcega por Alemania, si bien se aceleró tras la rendición de Francia en 1940, tal y como da cuenta el libro El Reich Africano, del que se nutren los medios. Hitler contaba con el respaldo del Mariscal Petain aliado de Alemania, tras la ocupación.Y en Londres estaba un opositor no esperado, el general De Gaulle, que había sido su alumno y admiradory ahora su enemigo implacable, al menos desde los micrófonos de la France Libre instalados en Londres.
Todos los judíos residentes en los países ocupados por la Wehernmacht y los de la de la órbita nazi serían trasladados voluntariamente o por la fuerza a la isla, y los gastos de transporte y asentamiento serían cubiertos con la expropiación de los bienes que poseyeran en sus países de origen; en la isla se dedicarían exclusivamente a la agricultura. La colonia estaría autogobernada por los residentes, pero supervisada por un gobierno militar alemán, y los nuevos emigrantes quedarían despojados de sus nacionalidades anteriores. La detallada planificación estuvo dirigida por Adolf Eichmann.Madagascar era un vertedero de hombres, mujeres y niños.
Los judíos trabajarían doce o más horas al día y tendrían que vivir con una ración escasa de comida. Los nazis planeaban la eliminación paulatina de la raza maldita como consecuencia del trabajo agotador, desnutrición y enfermedades tropicales sin medicinas, ni hospitales.De hecho, en Madagascar no se construyeron, en principio, cámaras de gas, aunque existían los terrenos para de instalación y hornos crematorios para miles de cuerpos humanos.
El plan escrito por Adolf Eichman y cofirmado por Rademacher en el memorándum titulado “La cuestión judía en el tratado de paz” contemplaba los siguientes puntos:
- Francia cedería el mandato de Madagascar a Alemania.
- Alemania podría instalar bases militares en Madagascar que sería el inicio del Reich Africano .
- Los 25.000 colonos franceses o de otros orígenes que vivían en la isla deberían abandonarla.
- La emigración judía sería forzosa.
- Los judíos de Madagascar tendrían un gobierno local bajo la égida de los alemanes.
- La emigración y colonización de Madagascar se pagaría con las posesiones judías confiscadas y administradas por los nazis.
Aunque se ignora si en algún momento se pensó realmente en hacer efectivo el proyecto ideado por algunos de los líderes de la Alemania Nazi primero para deportar a los judíos europeos a una isla del océano Indico.Se constituyeron en Berlín tres comisiones para desarrollar los escritos y durante varios años fue el “master plan” de la política racial del régimen de Adolf Hitler.
A pesar de estar concienzudamente diseñado, el Plan Madagascar no llegó a ejecutarse más que en lo relativo a la deportación. Por otro lado, la instalación de judíos alemanes en el recién construido gheto de Varsovia hizo innecesario el traslado a la isla, mucho más caro y logísticamente complicado.Por otra parte, la resistencia de Inglaterra fue mayor de lo prevista por el mando alemán, de modo que no fue posible disponer de la flota inglesa para llevar a cabo el traslado de los judíos.
Sin embargo, el «Plan Madagascar» -como era conocido-, terminó por aplazarse cuando Gran Bretaña entró en guerra con Alemania, tras el problema de la ocupación de Checoslovaquia.El plan de una paz duradera firmado por el Premier inglés Chamberlain era tan utópico que se rompió en seguida con el ataque alemán para "liberar" a los sudetes gemanos y a los polacos disidentes y germanófilos contrarios al Tratado de Versalles.¿La razón del fin de la deportación a Madagascar. Hitler pretendía utilizar los buques de la la flota británica tras el desembarco en Inglaterra y ocupación de sus buques y la «Royal Navy» para trasladar a los judíos hasta la isla africana. Debía de haber algún acuerdo en ese sentido, antes de la toma del poder por Hitler, pues tampoco Churchill amaba a los líderes judíos, más bien los despreciabay le gustaba contar los chistes que los ridiculizaban. Pero con la guerra en tierras francesas, un cuerpo expedicionario inglés en Francia y Polonia ocupada Sir Winston se negó a colaborar con Alemania en la deportación.. Al no poder disponer de los barcos ingleses, Hitler no tuvo más remedio que recular y aplazar sine die la operación. Tampoco ayudó la falta de rutas marítimas y el bloqueo de éstas por los ingleses durante la Batalla del Atlántico, acabó con el gran plan. Así pues, a finales de 1940 el plan fue archivado por esas razones. Dos años después, los hombres de Churchill desembarcaron en Madagascar que era posesión francesa (aunque Francia estaba ya poder de los alemanes). Las tropas inglesas ocuparon tranquilamente Madagascar, tomando posiciones en ella, lo que hizo que Hitler se despidiese furioso de su gheto.Y las tropas de las SS jamás ocuparon-según los planes de Himmler-posiciones en la isla.
La Luftwaffe del Mariscal Herman Goering, falló el plan de desembarco en las islas británicas, excepto la pequeña de Jersey y Alemania nunca pisó suelo inglés ni pudo confiscar navíos de transporte de la Royal Navy, con los que se contaba trasladar masivamente a los judíos a Madagascar. Y fue el fin de un plan “maestro”.