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Cataluña y Madrid han abierto un nuevo frente en la disputa con el Ministerio de Sanidad sobre la estrategia para frenar al coronavirus. Madrid y Barcelona preparan un plan para realizar test de antígenos de manera masiva también en las farmacias, pero a día de hoy no cuentan con el visto bueno del departamento que dirige el ministro Salvador Illa, de quien depende en última instancia la aprobación de la medida.
El vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado ya avanzó este lunes que propondrá al ministro de Sanidad que se vuelva a convocar de forma presencial el 'Grupo Covid-19' para abordar que se puedan realizar en la Comunidad de Madrid "test masivos" de antígenos en las farmacias.
"Sería Un antes y un después en el diagnóstico de la covid-19", sostuvo Aguado.
Por su parte, la consellera de Salud de Cataluña, Alba Vergés, informó este lunes también de cómo la Generalitat trabaja con la red de farmacias catalanas para que puedan realizar test rápidos de antígenos para diagnosticar el coronavirus.
"Cualquier herramienta que podamos poner a disposición del control de la pandemia será buena", señaló la consellera, quien ya advirtió del principal escollo de la medida: que, al tratarse de un test que no está tipificado como de autodiagnóstico, será necesaria la autorización de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Agemed).
Preguntado por estas iniciativas, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, ha advertido de los inconvenientes que puede producir realizar test de antígenos de COVID-19 en las farmacias. Simón ha señalado las "connotaciones" que tendría la aplicación en farmacias de estas pruebas. "Estos test requieren de una muestra que, para garantizar su calidad, no las puede hacer cualquiera", ha recordado en primer término el epidemiólogo del Ministerio de Sanidad.
Según Simón, su realización implica "problemas", por ejemplo, de cuestiones competenciales a la hora de toma de muestras y lectura del resultado, junto a la cuestión de quién podría acudir o no a la farmacia para realizarse el test. Así, ha advertido de la situación de personas que ya tienen síntomas, que no deberían salir de su domicilio para evitar contagiar a otros.
"No podemos pensar que una persona con síntomas se vaya a una farmacia y se haga la prueba. Las farmacias deberían tener un circuito COVID. Tienen el riesgo de que su propio personal se pueda infectar y perder a sus trabajadores. Hay muchos componentes... Tenemos que ser conscientes de los riesgos asociados", ha comentado.
En este sentido, se ha remitido a los expertos para juzgar, en última instancia, si todos estos riesgos asociados y otros podrían ser salvables con algún tipo de protocolo. "Si no se pueden solucionar no se pueden solucionar. Se tendrán que valorar correctamente por los expertos", ha concluido.