Fuente Literaria/ Poesías Románticas./N° 546.

Hay una realidad terrena y, deseo hablar en tu ausencia, únicamente por estar contigo, jamás fui un mentiroso.De alguien que, a tu llamada le hice  el favor

A mi corazón de latir fielmente.

Antes que el tiempo acabe, pienso los pretextos que sin compasión me dejaste saber.

He perdido, la soledad me acompaña, como lo hizo papá, hasta irse a los sueños.

Es la espera, ausencia y lo imposible guardado. Es el tiempo de las dulzuras y el pretexto que me diste, acabo mi tiempo.

Es el hablar en tu ausencia. Y recobrar en mí, la sensatez. Conozco que es pecado y hay un registro en mi renuncia. Debo guardar silencio, callado. Callado ahora.

Es la rosa, es el mañana, es tu mirada

Es la alondra y la rosa, el racimo y la mustia de la parra. Es la flor que nos une y el silencio que se abre. Pero calláte, el silencxio nos nutre. Y no puedo justificar lo pasado. Lo que he perdido, se va a morir.

Es la rosa, es el mañana, es tu mirada. Entonces, no pienses, es tu cariño nuevo. Es el amor de una esencia. Es el racimo ya tardio, pero, tu cariño es nuevo, Es justificar lo pasado. Es la vuelta al cielo, es hablar de lo ilimitado de nuestro espacio.

Es la última carta, busco la manera de expresarme, jamás he gozado con tu amor.Es la imaginación fija en la palabra repetida y quien, con edad amarga aclara  la eternidad del tiempo.

Es el hablar en tu ausencia. Y recobrar en mí, la sensatez. Conozco que es pecado y hay un registro en mi renuncia. Debo guardar silencio, callado. Callado ahora

Emiro Vera Suárez/ 23/03/ 2021