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A ocho meses de las elecciones presidenciales en Francia, el ministro de Economía, Emmanuel Macron, se aproximó este martes a una candidatura presidencial al abandonar el Gobierno y asestar un nuevo golpe al presidente François Hollande, desafiado desde todos los lados en la izquierda.
Sin postularse explícitamente para la presidencia, Macron se mostró "determinado" a "construir un proyecto" para "transformar Francia desde el año próximo".
"Nuestro país merece asumir riesgos", dijo Macron, quien abogó por hacer "transformaciones profundas" en un "sistema político, económico, social que sigue ampliamente bloqueado".
La presidencia había oficializado antes la salida del Gobierno del joven ministro, de 38 años. Macron renunció "para consagrarse totalmente a su movimiento político", indicó un comunicado de la presidencia. François Hollande nombró para sucederlo al actual ministro de Finanzas, Michel Sapin, cuya cartera fue así ampliada.
Macron "recobrará su libertad para continuar construyendo una nueva oferta política", declaró una portavoz de En Marche!, movimiento que él creó en abril. El joven ministro había anunciado antes el martes a sus colaboradores que presentaría su renuncia, según varias fuentes de su entorno.
Su salida del Gobierno es un golpe duro para François Hollande y refuerza más la incertidumbre a izquierda en la perspectiva de la presidencial de 2017. Afectado por una impopularidad récord, el presidente saliente debe decidir a fin de año si se presenta o no a un segundo mandato.
Hollande ya es desafiado por tres ex ministros: los socialistas Benoit Hamon y Arnaud Montebourg, y la ecologista Crcile Duflot.
"Para François Hollande, es una nueva reducción de su mayoría", lamentó un leal al presidente socialista.
El diputado socialista Richard Ferrand dijo que Macron se lanzará s la carrera presidencial si "su proyecto convence, seduce, se expresa en las encuestas y si intelectuales, sindicalistas y ediles se adhieren" a él.
- Incertidumbre en la izquierda -
El joven exministro nunca ha sido elegido para un cargo popular y no tiene un partido fuerte que le apoye, lo que es un obstáculo mayor en Francia para quien aspira a llegar al palacio del Elíseo.
Macron, quien es uno de los escasos miembros del Gobierno que gozaba de una buena imagen ante la opinión pública, aumentó las provocaciones desde hace varios meses, como ocurrió con el lanzamiento de su movimiento político y sus declaraciones polémicas.
El primer ministro Manuel Valls, a quien le disputa el terreno de la izquierda reformista, no ocultó su molestia.
La última advertencia contra Macron provino personalmente de Hollande, quien le pidió moderarse después de la primera manifestación parisina de En marche!, en la que lo desafió abiertamente.
El jefe de Estado amenazó con echarle si no respetaba la "solidaridad" gubernamental y la necesidad de "trabajar hasta el final" sin "acción personal y menos presidencial".
Exalto funcionario formado en las escuelas de la élite y exbanquero de negocios, Emmanuel Macron debe su carrera gubernamental al presidente socialista, quien lo convirtió en pieza clave de su Ejecutivo.
Exsecretario general adjunto y consejero económico de François Hollande en el palacio del Elíseo, Macron había sido nombrado ministro de Economía a finales de agosto de 2014.