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Hay que reconocer que después de haber salvado el pellejo y la cara en numerosas ocasiones, Juan Luis Cebrián ha sido uno de los mejores defensores de la oligarquía española y sus intereses, perdida la partida en PRISA ahora se ha convertido en ideólogo
Su reciente artículo sobre la Monarquía y los valores republicanos, es un ejemplo de su disponibilidad como ariete contra el creciente repudio a la monarquía española.
No desperdicia la oportunidad para atacar al independentismo catalán y de paso dejar claro que los políticos españoles son una jauría a la que más le valdría la pena teñir sus descoloridas ideas.
La primera conclusión que se saca de su lectura, es que Cebrián es el Mesías prometido, el único que podrá sacar a España del difícil atolladero en que se encuentra.
La segunda es que monarquía y república son la misma cosa siempre que haya democracia, obviando lo que él mismo señala al principio de su artículo: En 1789, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano que alumbró la Revolución Francesa establecía que “los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derecho”.
Y ese es el quid de la cuestión, la Revolución francesa pone fin a esa desigualdad que supone la monarquía, TODOS los ciudadanos son iguales ante la ley, TODOS tienen derecho a elegir y ser elegidos.
Y ese es el asunto, eso es lo que se está cuestionando desde amplios sectores de la sociedad española, si merece la pena, si es justo seguir manteniendo una monarquía que nadie ha elegido y que disfruta de la condición de intocable, no hay que ignorar los escándalos en los que está envuelta la monarquía española.
Ninguna monarquía de las citadas en su artículo se ha visto envuelta en tamaños escándalos, ninguna ha gozado de los privilegios de los que goza la monarquía española y ninguna se ha atrevido a opinar sobre los asuntos que son competencia de los órganos de soberanía popular, como el Procés catalán.
Claro que hubo un tiempo en el que la monarquía gozaba de las simpatías de una parte importante de los ciudadanos, nadie lo niega, pero visto lo visto, hoy son pocos los que aprecian a esa monarquía y fíjese que decimos a esa, porque si fuera honrada y comedida como otras, a lo mejor no tendría tantos detractores.
La monarquía no sólo es un gasto suntuario es un insulto a la igualdad ante la Ley
Pero es curioso que sea el señor Cebrián quien haga esa “galante” defensa de la monarquía, justo cuando está en puertas para presentar su candidatura a la presidencia de la Real Academia de la Lengua Española, mérito que alcanzó en su momento precisamente por destacarse en su defensa de la monarquía durante la transición, obviando que provenía de la prensa del Movimiento y era como Adolfo Suárez uno de los hijos del franquismo que cerraban filas con Juan Carlos de Borbón.
En cuanto a Catalunya, los intelectuales españolistas lo mejor que podrían hacer es dejarse de dar “carnaza” a los independentistas para que pesquen en río revuelto.
El Poder Judicial español ha demostrado hasta la saciedad que la monarquía está por encima de la Ley, el caso Nóos, es sólo una pequeña muestra.
Pero esa muestra es lo suficientemente significativa para desatar el descontento –por no decir el repudio- contra la monarquía borbónica.
Por cierto, no hay que falsear la historia, la primera República, fue abolida por los borbones y la segunda República por un golpe militar fascista, no por el fracaso o por la falta de simpatía popular.
La reinstauración de la monarquía borbónica de 1978 fue ciertamente aceptada como un mal menor para evitar una nueva guerra civil y como un experimento que ha fracasado como demuestran los hechos.
La monarquía en España ha fracasado, otros han fracasado en los negocios, a pesar de ser persistentes, a pesar de sus fracasos y de ser rechazados, a pesar de buscar apoyos hasta con el diablo, pero al final han tenido que dedicarse a las letras, ese oficio tan recurrido de muchos paniaguados.
Quien no ha sabido gestionar la casa propia, malamente puedo dar consejos para gestionar la casa pública.
@ordosgonzalo
gonzalo alvarez-lago garcia-teixeiro