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El organismo británico de supervisión de los bancos impuso este martes una multa de £38 millones a Barclays por haber puesto en riesgo los depósitos de sus clientes.
La Autoridad de Conducta Financiera (FCA) tomó la decisión ($62 millones, 48 millones de euros) porque, entre otras cosas, el banco británico no separó bien sus activos de los de sus clientes.
Se trata de la mayor multa impuesta por la FCA por una infracción de este tipo.
Los problemas ocurrieron entre finales de 2007 y principios de 2012.
En su comunicado, la FCA dijo que Barclays no "protegió adecuadamente activos de los clientes de un valor de 16.500 millones de libras".
"Como resultado, los clientes se expusieron a sobrecostes, mayores plazos e incluso a perder sus activos si Barclays se hubiera vuelto insolvente".