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El existir, una huida al camino perfecto
Fuente Literaria.
Mi última navidad en el desierto campamento
Esta navidad, he dormido entre pajas. Ya tu voz se aleja de mis oídos
Y el calor me abraza, entre flores y rosas, pero mañana, he de abrigarme
Bajo el manto suave de tus senos.
Hermosa mi niña, camina hacia el Castillo, donde vuestra madre, espera al niño de Belén,
Has dejado un tierno llano en mi alma y, entre tus brazos y pechos envidio tu riqueza
Que revela a mi alma, el descanso de tu paz.
Te he buscado, en esta dichosa noche, me encuentro envuelto en mantillas pobres
Y deseo la lumbre de tus manos para enamorarme, de tus aires de mujer.
Es transitar es un sueño
Más allá, las castañas asadas en la hornilla, anuncia la tarde, en un diciembre del adiós,
El sol es liviano, pero, deja sus surcos en la vida. Somos viajeros del otoño,
Con su corazón arrugado y, el olvido su afán.
Me voy con el vuelo de las aves, el agua del aljibe, las sombras que corroen mi alma
Es la tierra que se renueva, junto al amanecer, es el aroma de las acacias silvestres,
En flor, que crecen junto a los jarales encinas y las amapolas.
No se escuchan las voces trovadoras, somos almas viajeras, estoy al desamparo
En las cercanías, son muchas horas muertas.
Las noches, nos encuentran para irnos a caminar
Emiro Vera Suárez, diciembre 2018