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Con la intención de ofrecer a los espectadores un discurso escénico íntimamente relacionado con lo más actual de la teatralidad contemporánea, el Instituto Nacional de Bellas Artes presenta desde hoy la intervención “Colección de imágenes obscenas, a partir del sexo y el espanto”, basada en la novela de Pascal Quignard, del mismo nombre. Esta propuesta escénica de la compañía Teatro Ojo, que podrá apreciarse en el Teatro El Galeón, del Centro Cultural del Bosque, hasta el 14 de agosto próximo, ofrece el entrecruce de lenguajes, según lo establece el director de la obra, Héctor Bourges. “Después de un largo tiempo -explicó Bourges, también adaptador de la obra- volvemos al teatro como quien vuelve del mar de regreso de una guerra, o como quien se dirige a buscar lo perdido entre el vertedero obsceno de las profundidades del océano”. El espacio, en dado caso, dijo, está vacío, intacto. No habría que llenarlo, no habría que cargar con su peso. Pero se podría reflexionar sobre sus usos, apuntó. “Ensayamos este proyecto como un proceso de construcción de posibilidades espaciales y metafóricas, a partir de las imágenes fascinantes (fascinum) y detenidas del erotismo, propuestas por el escritor francés, así como por las búsquedas estéticas del grupo”, precisó. Se propone una colección regida por arte combinatorio y un espacio donde el espectador pueda volver cada vez que quiera, como vuelven al bosque los niños de los relatos, o como vuelve la mirada hacia atrás en busca de la ciudad que deja, puntualizó Bourges. Después de un largo tiempo de llevar a las calles su trabajo, y al mismo tiempo utilizar espacios poco comunes como escaparate de sus propuestas, Teatro Ojo regresa al escenario para convertirlo en una propuesta abierta a un entrecruce de lenguajes. En el trabajo de Teatro Ojo se observa un adelgazamiento de los dispositivos de representación tradicionales; incluso, un debilitamiento extremo de la voluntad de representar o de escenificar mediante el principio de sustitución y/o de mimesis. Se trata de intervenciones en espacios públicos, cerrados y abiertos, que recurren a dispositivos relacionados con la instalación y el performance sin serlo.