En sus ojos habitaba el miedo es la historia de los Andersson, una familia adinerada que vive en Madrid. Alvin Andersson, de origen sueco, y Daniela Santa Fe y Guzmán, española con raíces gallegas, han formado una estirpe que incluye dos hijos gemelos y una dulce niña. Sin embargo, sus vidas no son del todo perfectas y una densa burbuja de hipocresía y oscuros secretos los mantiene unidos. Los chicos están dispuestos a averiguar la verdad que ocultan sus padres, pero un grave accidente cambiará sus vidas. Santiago, un psiquiatra atormentado y aislado del mundo, tratará de ayudarlos. El pasado de los Andersson regresará y se convertirá en una pesadilla, pues el «Dragón blanco» nunca olvida a sus presas.

Las críticas que la autora está recibiendo de esta novela son espectaculares, y ya ha sido invitada a distintos medios de comunicación, así como a presentaciones y clubes de lectura, para hablar de ella. Esta novela se inscribe en el género negro, ya que Ana Isabel Fernández quiere labrarse un nombre dentro de esta variante que tanto le gusta escribir, aunque para ella haya sido todo un reto. 

Ana Isabel, desde muy temprana edad, mostró interés por la literatura, sintiendo especial predilección por el romanticismo de Gustavo Adolfo Bécquer y el misterio de Edgar A. Poe. Empezó escribiendo poesía y cuentos. En su juventud, y animada por sus amigas, comenzó a presentar sus trabajos a programas de radio y concursos literarios.

El pasado de los Andersson regresará y se convertirá en una pesadilla, pues el «Dragón blanco» nunca olvida a sus presas

En estos momentos, En sus ojos habitaba el miedo es la única obra que podemos disfrutar de la autora dentro del mercado editorial, a esperas de que pronto reedite de nuevo Cuando el cielo diga mi nombre. Ana Isabel Fernández está también trabajando en una trilogía que será el culmen de su carrera como escritora.

La autora ya ha dejado claro en más de una ocasión qué significa escribir para ella: «Para mí, escribir es fundamental en mi vida. Es mi forma de vivir, de soñar, de inventarme un mundo paralelo en el cual puedo hacer y ser quien quiera. Vivir al límite, viajar sin maletas, experimentar vivencias y distorsionar la realidad entre páginas. Escribir es una pura necesidad. Me transformo, me convierto en víctima o verdugo. Escribir significa ser libre y tener el poder de atrapar con mis creaciones a los lectores, para así hacerlos partícipes de una historia».

Esperaremos con interés las nuevas publicaciones de la autora.