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Sus dueños son una pareja joven de Barcelona que también han entrado en el programa de IECRION
Otto, un perro de la raza Doberman de un año de edad ha sido la primera mascota en entrar en el programa del Instituto Europeo de Criopreservación para ser criopreservada una vez le llegue el momento de su fallecimiento. Al contrario que los seres humanos, por el momento, Otto podrá ser “dormido” en las futuras instalaciones de IECRION en espera de su muerte, si así lo determina un veterinario, en función de su estado.
Una joven pareja de técnicos, residentes en Barcelona, son su dueños y lo han decidido así por el cariño que tienen a su mascota y porque también ambos van a entrar en dicho programa. Por el momento son varias las personas que ya han pedido información y medio centenar ya se han decidido a dar el paso para formar parte de tan importante proyecto.
Como saben, un municipio de Valencia será la sede permanente de IECRION, que según uno de su fundadores, Francisco Roldán, “servirá para alojar los cadáveres de las personas que se hayan adherido al programa científico, cuyo fin es el de ser recuperados en el futuro de la muerte. Para nosotros serán pacientes aunque oficialmente estarán muertos y perderán todos sus derechos como identidades individuales. Entre nuestros fines también está diseñar el centro de forma que se puedan criopreservar tanto personas como animales, plantas o semillas, cordones umbilicales, células madre, esperma u órganos. En síntesis, todo aquello que se pueda recuperar en el futuro por el bien del ser humano y, por extensión, de la Humanidad, si la ciencia futura lo permite”.
El fin es recuperar a personas o animales que acaban e fallecer en perfectas condiciones psicofísicas en el futuro
Para Roldán existen datos científicos que avalan la posibilidad de que personas criopreservadas puedan ser recuperas en el futuro, aunque no sabe por el momento cuántos años deberán pasar hasta que sea una realidad la ciencia experimental de la Criónica: “Es cierto, nosotros no podemos afirmar con rotundidad que el día de mañana nos recuperarán. En mi caso he sido el primer europeo en pedirlo oficialmente y tengo el firme propósito de dar mi cuerpo a la Ciencia para ser recuperado en el futuro; creo firmemente en ello y estoy convencido que será posible. al menos es la única opción que tenemos aquellos que no seguimos dogma alguno, aunque la criopreservación y la religión no se solapan, se trata de avanzar en la longevidad y darno, todos, una oportunidad”.
Ante la pregunta de que criopreservar una persona es muy caro, el responsable de IECRION señala que no es para tanto y que abonando un seguro especial a IECRION se puede asegurar la propia criopreservación: “si no se paga el seguro anual el coste rondará los ciento cincuenta y siete mil euros, entonces sí será caro. Pero si una persona se da de alta en el programa, el coste anual estará entre los mil quinientos y los dos mil euros, dependiendo de la edad y de la salud de la persona, es posible que sea un poco más en el caso de una persona mayor de cuarenta y cinco años. Quiero dejar claro que si alguien quiere criopreservarse o criopresevar a un familiar, sería deseable no esperar a que haya fallecido para iniciar todo el proceso, es decir que nos llamen cuando sea cadáver. Lo lógico sería avisar a nuestro equipo antes para estar preparados y comenzar el método instantes después del fallecimiento, de otra forma sería muy difícil que el proceso tuviera éxito el día de mañana”.
Entrevistas a:
Francisco Roldán,
Socio y portavoz de IECRION
629511007 . iecrion@iecrion.com