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El 10 por ciento de los nacimientos que se registran en Coahuila, son de bebés que nacen con un peso superior a los 3.800 kilogramos, lo que generaría en estos niños un riesgo de convertirse en personas diabéticas en su edad adulta. El titular del área de Pediatría del Hospital General de Saltillo, Alberto Aguirre Cepeda, señaló que la mayoría de los casos que se presentan es porque se tiene un control prenatal inadecuado, al igual que sus madres sufren de obesidad o son diabéticas. “Esto se presenta por un control prenatal inadecuado, donde la mamá aumenta el peso y desarrolla una enfermedad conocida como diabetes gestacional, la que condiciona que los bebés traigan trastornos metabólicos, los cuales se reflejan en un peso superior a los 3.800 kilos y se manifiestan principalmente en la glucosa”, dijo. Indicó que las complicaciones más comunes en los bebés con macrosomía son la ictericia, la hipoglucemia y las dificultades respiratorias, que se manifiestan durante las primeras 24 a 48 horas de su nacimiento. Apuntó que respecto a las madres que durante su embarazo desarrollan una diabetes y están bajo tratamiento con insulina y sus bebés pesan al nacer más de cuatro kilogramos, son los que más presentan problemas. “Con estos recién nacidos tenemos más complicaciones como son hipoglucemias, crisis convulsivas y trastornos de alimentación, que hace que sean y deben ser transferidos al servicio de neonatología y estén en observación”, precisó Aguirre Cepeda. Aseveró que el control posterior de los niños con cuerpos grandes debe ser mes con mes, donde los padres deben estar revisando su peso y talla, para ver su índice de crecimiento y desarrollo, así como llevarles una alimentación sana y adecuada, para que tengan un desarrollo normal. “Normalmente no deja secuelas o daños neurológicos en el bebé, regularmente es transitorio el padecimiento en los bebés macrosómicos o hipertróficos”, sin embargo, es necesario que estén en observación. Dijo que en caso de no llevar un buen chequeo con el pediatra o médico familiar y que los bebés tengan una sobrealimentación, eso si puede condicionar a problemas posteriores metabólicos en la adolescencia. La recomendación es que desde el momento que una mujer sepa que está embarazada debe llevar su control prenatal, asistir a más de seis consultas durante su gestación, tener un régimen de alimentación sana y balanceada y mantener una actividad física moderada. “De 2.700 a 3.700 kilos es el rango de peso adecuado para un bebé normal que completó sus 40 semanas o nueve meses del embarazo, si presentan menor o mayor peso a dicho rango es peligroso”, refirió. Acorde a las estadísticas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Coahuila, el 45 por ciento de las mujeres en edad fértil, que durante el año consultaron en nosocomios de la entidad, padecen obesidad y el 33 por ciento registraron algún índice de sobrepeso. Además, alrededor del 27 por ciento de niños de cuatro a nueve años de edad de Coahuila, derechohabientes del IMSS, presentan obesidad. Hasta 2009, en la Delegación Coahuila, había un padrón de 152 mil 677 pacientes enfermos de diabetes, 240 mil 739 con hipertensión arterial y 15 mil 470 con insuficiencia renal crónica.