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The New York Times ha publicado este miércoles el hecho de que los secuestros a ciudadanos europeos se ha convertido en una práctica habitual en el seno del grupo terrorista Al Qaeda para, a través del pago de los rescates, financiar sus op¡eraciones en todo el mundo.
El diario ha llevado a cabo una investigación que ha descubierto que Al Qaeda y sus más directos colaboradores se han hecho con 125 millones de dólares en ingresos, desde 2008, que provienen de los rescates que los gobiernos europeos niegan. Solo 66 millones de dólares, según indica el rotativo norteamericano, fueron conseguidos el año pasado.
En informes del Tesoro Norteamericano aparecen cantidades relativas a rescates, todas ellas juntas alcanzan la cantidad de 165 millones de dólares.
Según explica el diario estos pagos se efectuaron casi exclusivamente por parte de gobiernos europeos, que canalizaron el dinero a través de una red y que, en algunos casos, se enmascaraban como ayudas al desarrollo. Estas averiguaciones han sido realizadas por The New York Times con diplomáticos, negociadores y oficiales de gobierno en cerca de 10 países de Europa, Africa y Oriente Medio. Además la red de secuestros del grupo terrorista Al Qaeda y sus actividades quedaban reflejados en documentos internos del grupo terrorista, que el periodista Rukmini Callimachi encontró mientras trabajaba en Associated Press en Mali, el año pasado.
Los gobiernos negaron el pago de rescates
Los ministros de asuntos Exteriores de Austria, Francia, Alemania Italia y Suiza negaron a este reportero en llamadas telefónicas y en correos electrónicos que hubieran pagado rescates a los terroristas. "Las autoridades han repetido en numerosas ocasiones que Francia no paga rescates", explicó Vincent Floreani, director de comunicación del Ministerio de Asuntos Exteriores francés.
Varios diplomáticos que estuvieron presentes en pasadas negociaciones describieron la decisión de pagar rescates como una decisión horrible que implica, o bien acceder a las demandas de los terroristas, o bien permitir que gente inocente acabe mueriendo. El reportero explica que Europa y sus intermediarios están inmersos en un círculo vicioso por continuar pagando por las vidas de los ciudadanos.