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La domesticación humana ha modificado la conducta de los perros y no son capaces de socializar con su especie como lo hacen las mandas de lobos porque ya no es un aspecto básico para su supervivencia
El Instituto de Investigación Messerli de la Universidad de Viena ha llevado a cabo un estudio en el que compara el comportamiento animal de lobos y perros y ha llegado a la conclusión de que los lobos son capaces de reconciliarse entre ellos después de haberse peleado, mientras que los perros no.
Diferentes pautas de sociabilización
Al parecer, este comportamiento se explica porque los lobos, pese a ser animales salvajes, viven principalmente en manadas y depende de la sociabilización entre ellos para sobrevivir. Por esa razón responde a reglas internas de comportamiento respecto a dominación, alimentación y apareamiento que no están presentes en los perros. Esto incluye también que se adopte un comportamiento diferente después de una pelea con un animal de su misma especie.
Sin embargo, en contraposición, los perros, como animales gregarios domesticados, no se reconcilian con su oponente canino después de una pelea. No ocurre así por ejemplo con el adiestramiento humano, pues los perros no presentan ningún tipo de rencor hacia sus amos durante el proceso de educación, basado en la repetición de pautas, premios y otras técnicas. El collar de adiestramiento modifica la conducta animal del perro y puede enseñarles a contener sus impulsos a la hora de enfrentarse a otros perros con los que no son capaces de sociabilizar, pero a pesar de su inactividad aprendida, mantienen el sentimiento de confrontación respecto a su especie.
El perro ha aprendido a comportarse de manera independiente respecto a otros animales de su misma especie, pero ha desarrollado nuevas habilidades de sociabilización con los humanos
Los resultados de la investigación
Todas estas conclusiones se basan en el estudio y la observación de cuatro manadas de lobos y perros cautivos y en su comportamiento minutos después a una pelea. Así es cómo se observó que los lobos, que pertenecían a manadas diferentes, fueron disminuyendo su nivel inicial de clara hostilidad para empezar a jugar entre ellos a los pocos minutos; mientas que los perros mantuvieron un nivel de enfrentamiento ocasional durante todo el proceso, sin llegar a reconciliarse entre ellos.
Los especialistas indican que los perros, debido a la domesticación humana, han perdido su capacidad de no guardar rencor debido a que ya no es un aspecto básico de su supervivencia en su nuevo rol como mejor amigo del hombre. El perro ha aprendido a comportarse de manera independiente respecto a otros animales de su misma especie, pero ha desarrollado nuevas habilidades de sociabilización con los humanos, como es su sumisión o su grado de empatía. Unas habilidades que, por otra parte, no presentas los lobos.