¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Feminafutbol escriba una noticia?
Lucila Sandoval, Olienka Salinas, Miriam Guerrero, Alejandra Laborda y Alexandra Benado luchan por visibilizar el balón pie femenino desde que tienen memoria.
Dentro del primer foro internacional de fútbol femenino en formato digital unas de las primeras jugadoras e impulsadoras del papel de las mujeres en el mundo. Desde las canchas de sus barrios a ser el ejemplo y la admiración de muchas personas.
Myriam Guerrero, la 2 calidosa
La primera capitana de la Selección Colombia tuvo que trabajar duro para poder llegar a portar el uniforme. La bogotana inició entrenando con su padre, "Me dijo, si usted quiere jugar fútbol lo va a hacer y lo va a hacer bien. Me enseñó a pegarle con la parte interna, a recibir, a cabecear. Él fue la persona que fundamentó en mí esos elementos técnicos que poco a poco me fueron enamorando más y más del fútbol".
Seki, como la llamaban sus amigos comparándola con el jugador yugoslavo ?ekularac, desde pequeña la consideraban como la ficha clave para ganar los torneos del barrio, del colegio y de los campeonatos de fútbol sala en grado décimo y undécimo. Después Guerreo estudió educación física en la Universidad Pedagógica, donde sería parte de la mayoría de los seleccionados deportivos y ganaría el primer certamen de Ascun en fútbol de salón.
Terminando su carrera su entrenador le ofreció una beca para estudiar en Moscú. Fue miembro del equipo de fútbol del Instituto de Moscú y luego fue seleccionada para el equipo de la Universidad de Malajafco. Logró ser subcampeona de los juegos nacionales de la Unión Soviética y escuchó por primera vez que animaban a su país en tierras ajenas.
Al volver a Bogotá se vinculó con "la escuela viva" en Fontibón y en la Universidad San Martín, entrenando categorías menores y de mayores en fútbol de salón. Igualmente entrenó al equipo femenino de la Universidad Nacional, "fue un proceso donde se nos maltrató demasiado. Yo asistía a los entrenamientos y cuando podíamos salir yo dividía el grupo en dos para pedir permiso en diferentes canchas y hacer partidos de exhibición, pero el maltrato era muy fuerte, palabras muy fuertes de discriminación".
En el 91 con la escuela de fútbol viva se inscribe al torneo 'Marcas'. Myriam juega en el primer tiempo y le da la victoria a su equipo, pero no puede volver a jugar por el hecho de ser mujer. Aunque, ese mismo año se hizo el cuadrangular para que las mujeres pudieran competir.
En el 94 ganó el título nacional con la selección de Bogotá, después lo levantaría cinco veces más. 1997 sería el año más importante para Guerrero, "Difútbol anuncia que el equipo que quede campeón ese año va a ser la base para la selección. Porque Colombia iba a ir al suramericano en Mar de Plata. Jugamos la final en el Atanasio Girardot contra Antioquia, ganamos y cuando me estaban entregando el premio las familias me gritaban 2 calidosa".
Después de la selección la capitana colombiana siguió preparando jugadores y jugadoras. Pero su sueño sigue intacto ver brillar en lo más alto al fútbol femenino.
Lucila Sandoval reconstruyendo la historia
La arquera argentina, quien se retiró en 2016, trabaja por reunir a las primeras generaciones de futbolistas de Suramérica.
Cuando Lucila era pequeña, en Corrientes, era la única niña que jugaba con los chicos a la pelota. "En mi pueblo yo no sabía que había mujeres jugando, yo me auto percibía la única mujer futbolista. A los 17 recién caí en cuenta que había fútbol femenino y empecé a jugar en mi primer club que fue Old Boys".
Fue parte del equipo de futsal de Boca Juniors, siendo las primeras campeonas oficiales de la historia, ganó el premio ceneise a la mejor jugadora del año en 2005, tres años consecutivos con reconocimiento de AFA como la mejor arquera de fútbol sala, fue parte del primer equipo argentino, San Lorenzo, en jugar la primera edición de la Copa Santander Libertadores en 2009.
Para su fortuna en toda su trayectoria, pasó por River, Independiente, Atlanta, Boca, San Lorenzo, Ferro, Excursionistas y la selección, el único obstáculo que se encontró fue "que no he nacido con un talento como casi todas. Entonces había que entrenar el doble, el triple de las demás para estar a la altura, pero después los "nos" ajenos o las barreras que nos ponen los que entonces no veían un deporte para las mujeres. Eso no me afectaba para nada".
Sandoval es la líder de "pioneras del fútbol femenino", el cual nace con el sueño de ella a los 17 años. "Mi obsesión por la historia se remonta al año 88 cuando estaba por firmar mi primer fichaje para Old Boys. Como no soy de las que se queda sentadita, quieta en un lugar, iba de pared a pared y casi tiro un cuadro y ese cuadro decía Selección Argentina Mundial México 1971. Yo nací en el 70 y leer eso me agarró un escalofrío de emoción porque yo pensaba que era la única mujer que jugaba. Después chocar con que cuando yo estaba aprendiendo a caminar ya había mujeres jugando un mundial, me impactó".
Ese cuadro nunca se le salió de la cabeza, siempre quiso conocer a las integrantes de la primera selección, antes que llegar a su retiro "hablando con una compañera, le dije que tenemos que buscar mujeres que hayan jugado con nosotras o con diez años más que nosotras e ir para atrás".
Hasta que el 12 de febrero del 2016 crea Pioneras del Fútbol de Argentina, un grupo de Facebook, un grupo de WhatsApp, una red de futbolistas y algunas periodistas, así empezó la construcción colectiva de nombres propios y darle visibilidad a los mismos. "Pioneras es para contar la historia desde el 91 para atrás, es decir, antes de la era AFA".
El sueño de Lucila sigue, su propósito es reunir a las primeras selecciones suramericanas, además de continuar con su trabajo de retomar los años anteriores del "fútbol oficial" y darle visibilidad a cada una de las protagonistas.
Olienka Salinas soñando en grande
La entrenadora y exjugadora peruana dedica su vida al fútbol desde que tiene memoria, siempre siguiendo el ejemplo de su padre.
"Yo tenía cinco años y mi padre tenía una academia de fútbol en la canchita que está cerca de mi casa. Yo lo seguía a todos lados, porque él también era jugador, hasta que un día en el entrenamiento de él me dijo que entrara a jugar. Así empezó mi historia en el fútbol, como muchas de nosotras, al lado de los hombres".
Después de dejar en pausa el fútbol en el 96 vuelve al torneo experimental que se realizó en Lima y realizó las pruebas con el Sporting Cristal. En 1997 fue fichada por el Sporting Cristal y fue ganadora en 1998, 1999 y en el 2000 en el torneo peruano. En 1998 clasificó en el tercer lugar en el suramericano en Mar de Plata de Argentina con la selección peruana, se declaró la goleadora de Sport Boys en 2002, desde el 2004 se dedicó al fútbol de salón y en el 2004 se retiró.
Su vida en el fútbol no se detuvo, "mi vida ha estado rodeada de fútbol, desde mi niñez. Entonces cuando me retiré vi la oportunidad de volverme entrenadora. Cuando todavía estaba jugando con la Selección Peruana y decidí en convertirme en entrenadora porque justo se abrieron las licencias para ser técnica en fútbol, pedí que me dieran beca por ser jugadora élite".
Después de tener sus licencias y cursos FIFA que ha llevado la federación, ha sido parte del staff del comando técnico de la Selección Peruana en la Copa América 2018, en el Suramericano Sub-20 y actualmente es la entrenadora del club que lleva en su alma, el Sporting Cristal.
Su objetivo es consolidarse como técnica en su país, con el Sporting Cristal. Unos de sus sueños más grande es ser directora técnica de la Selección Peruana y dirigir en otro país. "Nosotras podemos lograr lo que nos propongamos, así que espero seguir preparándome para ser una entrenadora top y poder estar donde quiero estar, ya sea a corto o a largo plazo".
Alejandra Laborda, la referente uruguaya
La máxima artillera de Uruguay desde muy pequeña ha respirado fútbol y aunque actualmente piensa en su retiro, el amor que le tiene a este deporte es tan grande que lo ha aplazado más de dos veces.
En un barrio de Montevideo se veía a una niña de unos once o doce años coordinando partidos y sus amigos alrededor de ella, marcando la cancha con cal y uniformados con camisetas que Alejandra hacía. Entretenía con todos los torneos que planeaba, "los vecinos a la hora de la siesta se sentaban a sus terrazas a tomar mate y a ver cómo me 'bailaba' a los niños". En uno de esos encuentros amistosos estuvo presente un directivo de Danubio y al verla la quiso contactar para que empezara a ser parte del club.
En 1996 las mujeres entraron oficialmente a la AUF, mientras se realizaban los fichajes decidieron las primeras 20 mujeres que entrarían a hacer un cambio, a Alejandra le asignaron el dorsal 12. En 1998 fue parte de la primera selección uruguaya y la primera anotadora. Después de Danubio pasó a Rampla Juniors donde estuvo 13 años, allí obtuvo 11 títulos y fue la primera jugadora en obtener seis títulos consecutivos en el torneo nacional.
Primero salió campeona, llegó a una copa libertadores, a un Suramericano. "En el suramericano de futlsal del 2005 fui la mejor jugadora, creo que ganarles a todas las chicas fue importante, salí goleadora, también he recibido los premios Charrua. En el suramericano de Sao Pablo y se tuvieron que quejar para darme el premio a mí. Si bien es un premio personal, la verdad es un premio de todas, porque gracias al equipo pude ganarme eso".
Durante su carrera siempre ha luchado por ser la goleadora y ser uno de los mayores apoyos de sus equipos, aunque nunca fue fácil. "Uruguay es un país super machista y todo costaba y hasta el día de hoy cuesta. El poder ir a entrenar, yo vivía muy lejos de donde entrenaba y me tenía que ir en bicicleta a la casa de una compañera, era una media hora y de ahí mi compañera me llevaba, era como otra hora más. Esos sacrificios son unos obstáculos, el no tener unos beaticos para poder ir a entrenar, trabajar, salir corriendo e ir a entrenar cansada. Por ejemplo, la primera selección tuvimos que vender rifas, hacer eventos para que la selección pudiera competir en los suramericanos".
Con 41 años volvió a Rampla Junior, a pesar de tener planes para retirarse, "Todavía me dicen las chicas y el profe ¡ay Ale, todavía no! Por favor un año más y retírate. Y bueno, hasta el año pasado yo volví a Rampla Junior, bueno Rampla Junior vuelve a empezar en la b y me llamaron para que las ayudara".
Entre el fútbol once y el fútbol sala ha dejado en alto el nombre de su país y es uno de los tesoros del fútbol uruguayo, su sueño siempre es "seguir siendo feliz como hasta ahora y en lo que pueda apoyar y ayudar al fútbol femenino, eso sí me hace más feliz todavía".
Alexandra Benado, la activista chilena
Nacida en Suecia y acogida por Francia y Cuba, la chilena se desarrolló como jugadora. Ser la única mujer que jugaba en la ciudad de Gradignan y jugar en las playas de la isla con su padre fue decisivo para que al volver al Chile en 1990 nunca dejara el fútbol de lado.
Con 14 años formó parte de la liga comunal Dragones de la Reina con el equipo del colegio Rubén Darío, donde el contexto no cambiaba mucho, como siempre era la única mujer jugando con varones. Tres años después entra al Sportivo Milano de Colina y luego de su paso por el equipo ya extinto, es fichada por Palestino.
Hizo parte de las primeras chicas de rojo, Selección Chilena, que participaron en un torneo intercontinental. En 1994 fue a Chennai, India para jugar la copa Jayalalitha, donde ganaron dos partidos y perdieron dos.
Fue una de las líderes en la creación de 'La Red', que después de varios intentos terminó siendo una escuela de formación y ayudó a la creación del espacio para fútbol femenino a nivel universitario.
Fue parte de la selección hasta 2011 que dijo adiós a la roja en la cancha, aunque después de una lesión en el mundial Estados Unidos de 2003 se dedicó a jugar fútbol y a entrar en clubes e y universidades. En 2008 se desempeñó como directora técnica de Provincial Osorno, hasta que la entrenadora de la selección femenina le pidió que volviera a jugar.
Desde el 2012 al 2016 fue parte de la única delegación suramericana en la Comisión de Fútbol Femenino de la FIFA. Actualmente es un miembro de Londres 38 ? era un centro de operaciones de DINA, donde se torturaba y exterminaba a los opositores políticos en la dictadura y ahora es un espacio dedicado a la memoria-, es una activista LGTBI, lucha para que las parejas homoparentales sean reconocidas por el Estado Chileno y cuenten con todos los derechos.
Toda su trayectoria nos enseña que el fútbol femenino va más allá de las canchas y que el balompié fue el primer paso, para ella como para muchas mujeres, para luchar por sus derechos y por sus sueños.
.