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La presidenta del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Ertharin Cousin, aseguró que "espera" que el Gobierno estadounidense continúe financiando su organización, aunque, según algunos medios estadounidenses, la nueva administración de Washington se plantea hacer recortes.
La revista Foreign Policy afirmó el jueves que había tenido acceso a un decreto presidencial del nuevo inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, que proponía reducir en un 40% la financiación voluntaria de Estados Unidos a las agencias de Naciones Unidas, incluidos el PMA y Unicef, el fondo para la infancia.
"Estados Unidos es el mayor donante del PMA desde hace más de 50 años", declaró su directora ejecutiva, Ertharin Cousin, durante una visita al noreste de Nigeria, muy afectado por la insurrección islamista del grupo Boko Haram.
"Nuestra esperanza es que esta organización (...), que ha tenido el apoyo de republicanos y demócratas, pueda seguir recibiendo la ayuda financiera necesaria", afirmó Cousin a AFP.
Una reducción de la financiación estadounidense representaría una disminución de los "apoyos vitales" aportados por el PMA a las poblaciones necesitadas, agregó.
- "Catastrófico" -
El conflicto, que enfrenta al ejército nigeriano y a los yihadistas en el noreste de Nigeria, ha dejado al menos 20.000 muertos y más de 2, 6 millones de desplazados desde 2009.
Estos últimos meses, numerosas organizaciones han alertado de la alta tasa de malnutrición grave en la región, en particular en niños de menos de cinco años, y de la hambruna que asola algunas zonas remotas.
La seguridad ha mejorado recientemente en los estados de Borno, Yobe y Adamawa, los más afectados por los combates, por lo que los actores humanitarios han podido llegar a zonas muy aisladas, donde cientos de miles de personas perdieron sus casas y su sustento.
El PMA afirma haber ayudado a algo más de un millón de personas víctimas de la malnutrición en diciembre, y espera asistir a 1, 8 millones en el primer trimestre de 2017.
La cuestión de la financiación sigue siendo clave para las ONG que trabajan en esta región, devastada por los ataques perpetrados por los yihadistas del grupo Boko Haram, que se han extendido a Camerún, Chad y Níger.
El PMA todavía necesitará 162 millones de euros en los próximos meses, confesó Cousin. "Nuestros fondos se agotarán a mediados de marzo, esperemos que no haya que esperar a que bebés empiecen a morir para que el mundo preste atención", advirtió.
La escasez y la inflación, que roza el 20%, hicieron que los precios se dispararan. Los alimentos y otros bienes de primera necesidad son prohibitivos para la mayoría.
Ayoade Alakija, coordinadora de ayuda humanitaria del Gobierno nigeriano, considera que cualquier reducción en la financiación estadounidense tendrá un impacto mundial en los proyectos de sanidad maternoinfantil.
"Será catastrófico. Somos responsables de nuestros hermanos. Somos todos humanos y eso es lo que el liderazgo mundial significa, y, él [Trump] no lo entiende", afirmó.
Según el director regional del PMA para África Occidental, Abdu Dieng, las autoridades son conscientes de la amplitud del problema y hay una mejor coordinación, aunque siguen existiendo desafíos, principalmente en materia de seguridad.
"Hemos alcanzado una cierta velocidad de crucero y pensamos poder continuar en este sentido, pero para eso nos hacen falta muchos recursos", señaló.