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El seleccionador alemán Joachim Löw indicó este sábado en Burdeos que era "demasiado temprano para festejar", mostrando su enorme ambición pese a haber eliminado a Italia por primera vez en una fase final de grandes citas, en cuartos de final de la Eurocopa (6-5 por penales tras 1-1).
"Estoy contento con la clasificación a semifinales, pero el torneo no se terminó, esto continúa", dijo Löw al término del partido.
"Recorrer el terreno del medio hasta los penales, no es fácil y no podemos preparar eso en los entrenamientos", se justificó Löw después de que tres de sus tiradores fallaran.
"Tengo buenas sensaciones. No es como en Brasil-2014. Los italianos son generalmente buenos. Italia juega con dos jugadores muy arriba y son peligrosos", explicó, precisando que "para nosotros está claro que había que limitar los relevos en el medicampo".
'Jogi' Löw ya empezó a pensar en el equipo que armará para semifinales, con algunas ausencias que ya le pesan.
"No fue ideal para nosotros que Sami Khedira nos abandone en un momento temprano del partido (por lesión). Tenemos que encontrar otras soluciones para reemplazar a Mats Hummels (suspendido por acumulación de amarillas) para las semifinales. Es un poco temprano para festejar. Los jugadores necesitan recuperarse", concluyó.
- Dramático y como en 2006-
El DT germano comparó lo vivido ante Italia con la tanda ganada en el Mundial-2006 ante Argentina, también en cuartos.
"Ha sido dramático, hasta el último de los lanzamientos. No es algo totalmente nuevo clasificar así, algunos ya lo vivimos en 2006 contra Argentina", explicó Löw en la conferencia de prensa posterior al partido.
Löw era entonces adjunto del seleccionador Jürgen Klinsmann y Alemania, como anfitrión, ganó en cuartos de final a Argentina en los penales (4-2 tras 1-1), gracias a los fallos de Roberto Ayala y Esteban Cambiasso. Los alemanes habían conseguido forzar la prórroga con un tanto de Miroslav Klose en el 80, que neutralizó la ventaja previa albiceleste, desde el 49 por un tanto de Ayala.
Löw reconoció que decidió cambiar este sábado su dibujo táctico, adaptándose al rival, tras analizar cómo jugó Italia en octavos ante España (2-0).
"Teníamos que cerrar espacios por el centro, para impedir que generaran ocasiones desde ahí. Viendo el partido de Italia ante España lo vi claro, es lo primero que se me vino a la cabeza", explicó.
Por eso sentó a Julian Draxler -el mejor en los octavos ante Eslovaquia-, adelantó a Joshua Kimmich y puso a Benedikt Höwedes como lateral.
"No podemos jugar siempre igual porque si hacemos eso los rivales van a saber ya cómo jugamos. Nos convertiríamos en un equipo previsible. Hay que mejorar, seguir progresando", estimó.
- Pensando en Francia -
"Hemos dominado en el campo, pero ellos pudieron empatarnos un partido que teníamos controlado gracias al penalti, una acción desafortunada para nosotros porque creo que si nos podían hacer un gol era en una jugada así. No creo que tal y como estábamos pudieran habernos marcado en el campo", añadió.
Löw destacó la personalidad de sus jugadores y lo poco que le costó encontrar los cinco primeros lanzadores.
"Tenemos lanzadores habitualmente buenos que han fallado. Pero lo mejor es que hubo jóvenes, como Kimmich o Hector, que están en su primer torneo importante, en su primera tanda de penaltis en un nivel así, que supieron mantener controlados los nervios, a pesar de lo imponente que era la situación y un estadio lleno de gente", señaló.
El seleccionador alemán, finalista de la Eurocopa en 2008 y semifinalista en 2012, sabe que "el torneo no terminó" y ya está pensando en el próximo rival, el jueves en Marsella, que saldrá del duelo Francia-Islandia del domingo.
"Francia es favorita, juega en casa y son un gran equipo. Los islandeses han destacado hasta ahora por su organización defensiva. No será fácil para Francia, pero si juega como sabe debería ser nuestro rival en las semifinales", admitió.