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En el Reino Unido, la poligamia está prohibida. En Pakistán, un hombre puede tener hasta cuatro esposas y algunos paquistanobritánicos aprovechan una corta visita al país para casarse antes de abandonar a sus esposas y a los hijos concebidos.
La policía de Mirpur, ciudad de la parte de la Cachemira bajo administración de Pakistán, cuna de gran parte de la diáspora paquistaní que cuenta con más de un millón de personas en Gran Bretaña, ha abierto una investigación.
En octubre pasado, Jumma Khan, un británico paquistaní de 70 años, fue asesinado ante su residencia local. Su familia asegura que fue su esposa que quedó en Inglaterra la que encargó el asesinato, incapaz de digerir el nuevo matrimonio.
"Nuestra investigación se centra en los celos y en la cuestión de la propiedad", dice Raja Azhar Iqbal, un responsable de la policía local. "Todavía no hemos elaborado nuestro informe final, pero es bastante probable que este último matrimonio sea la causa de su muerte", agrega.
El viejo Jumma se había casado a principios de los años 60 con su prima Fátima, que vivía en el Reino Unido. Al principio de los años 80, se divorció para casarse con Zubaida Bibi.
Pero en mayo pasado, este ciudadano de Wakefield, en el norte de Inglaterra, se casó en Pakistán con Asia, una mujer de 40 años, sin divorciarse, cosa que su mujer no le perdonó.
"La relación con su esposa comenzó a deteriorarse. Se fue de la casa familiar a vivir con un amigo", cuenta Haji Mohammad Ilyas, su hermano pequeño, que acusa a su esposa en el Reino Unido de haber encargado el asesinato, lo que niega la familia de ésta.
En Pakistán, país musulmán de cerca de 200 millones de habitantes, la ley autoriza a un hombre a tener hasta cuatro esposas, mientras en el Reino Unido, la poligamia está formalmente prohibida, pero es difícil de controlar, ya que nada impide que un hombre se case con otras mujeres en el extranjero.
- Mujeres abandonadas -
Muchos británicos paquistaníes que tienen una situación financiera holgada y casados en el Reino Unido se casan con mujeres cuando regresan a su pueblo prometiéndoles la mayor de las recompensas: la nacionalidad británica.
Según Mohamad Yasin, un abogado especializado en la defensa de las víctimas de estos matrimonios, la vida no es en absoluto un camino de rosas para las pasajeras esposas. Tras haber consumado el matrimonio en Pakistán, los hombres regresan al Reino Unido sin dar señales de vida.
En algunos casos, las mujeres darán a luz a un hijo que nunca conocerá a su padre. Es el caso de Ghazla Kauser. Esta morena de 30 años casada en 2010 nunca volvió a saber nada de su marido después de tres meses de matrimonio. Unos meses después nació la bella Mariam.
"No me hace preguntas sobre su padre, pero yo tampoco tengo respuestas. No sabemos nada de él", lamenta Ghazla, condenada al oprobio público por tener un hijo sin padre. "Un día fui a ver a la familia de mi marido, pero me trataron mal y me echaron de la casa", dice.
Esta situación le resulta familiar a Zara Bibi, de 26 años, también originaria de Cachemira, que afirma que se casó a los 13 años, lo que es ilegal tanto en Pakistán como en el Reino Unido. La adolescente fue a Inglaterra con su marido, donde nació su hijo.
"Pero mi marido no me dio la nacionalidad británica, y me enviaron a Pakistán con el pretexto de que mi madre estaba enferma. Hoy no puedo volver al Reino Unido para ver a mi hijo de nueve años", lamenta.
Para el abogado Mohamad Yasin, el caso de Ghalza y de Zara no son los únicos. Centenares de paquistaníes están en la misma situación, casadas, a veces a la fuerza, para ser abandonadas poco después por hombres que viven en Reino Unido o en otros países.