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Como una novela dentro de otra, una “matriuska” con un estilo personal, definió el escritor mexicano Alejandro de la Garza su libro “Espejo de agua. Ensayos de literatura mexicana”, que será presentado mañana 1 de junio en la Casa Refugio Citlaltépetl. Dicho texto, que será comentado por el poeta Roberto Diego Ortega, autor de “Nacer a cada instante”; el crítico literario Roberto Pliego y el autor, tiene como protagonista principal el valor literario de las obras que comenta De la Garza, que siempre está asido a la mano de la visión crítica, concienzuda y certera, sin salirse del análisis literario pulcro. En entrevista con Notimex, el autor y ensayista señaló que empezó a jugar con la idea del reflejo oscilante de esta obra que se ve reflejada en el espejo de la crítica. Los escritores y sus obras, tanto vivos como muertos, a los que hace referencia en esta novela son: Parménides García Saldaña, José Joaquín Blanco, Gilberto Owen, José Revueltas, Rafael Pérez Gay, Agustín Yáñez y Agustín Ramos. Luis Miguel Aguilar, Ricardo Garibay, José Emilio Pacheco, José Agustín, Héctor de Mauleón, Guillermo Fadanelli, Juan Carlos Onetti, Truman Capote, Yukio Mishima y Milan Kundera. Entrevistado por Notimex, De la Garza recordó que escribe crítica literaria y ensayos desde la década de 1980, en suplementos de cultura de diversos diarios de circulación nacional, la cual ha sido una labor de muchos años. ”De repente, busqué unos ensayos que pudieran armarse en un libro y mi criterio como unificador fue encontrar a los mejores, que estuvieran completos, me gustaran y, sobre todo, que fueran intensos. “Me di cuenta de que el hilo conductor es que todos esos autores son muy intensos, tienen en su obra ´intensidades corrosivas´ y me encantaría que los leyeran quienes tengan el gozo de la lectura”, expuso. Explicó que “al hacer los ensayos, uno se convierte como un fantasma del autor con el que estás trabajando, y en lo que buscaba libros e iba a bibliotecas, por el año 2004 investigué, por ejemplo, sobre Gilberto Owens un buen rato y era como un fantasma”. El autor anotó que “me gusta hacer retratos de las vidas y las obras, de la crítica literaria y del análisis de la obra, creo que están muy conectados con la vida de los autores. La intensidad vital reflejada en la obra es lo que me jaló hacia ellos”, enfatizó. Dijo emocionado que, por ejemplo no se había escrito en México un ensayo sobre Milan Kundera que hablara de su trabajo como crítico literario, lo hay sobre sus novelas. Recordó que el autor checo tiene cuatro libros de crítica, “que los abordo en esta ocasión”. Al respecto, indicó que “pensé: tengo que escribir sobre estos autores porque no se ha escrito y porque es importante plantear un ensayo más a profundidad de sus obras”. Comentó también que “si este libro logra contagiar el entusiasmo con el que fueron leídos y analizados estos autores, si logra contagiar el entusiasmo por la lectura, me doy por bien servido, porque han criticado el libro por eso, porque dicen que es un libro muy entusiasta, acaso muy optimista sobre la situación de la lectura”. Al respecto, acotó que “es un reflejo de la pasión y el entusiasmo que a mí me despierta, y ese es uno de los objetivos; si el lector se apasiona, se entusiasma por la lectura de cualquiera de los autores, de sus obras o de este libro mismo, me sentiré muy feliz”. Recordó que al final hace una propuesta sobe el fomento a la lectura, porque en un taller en la materia, cuando cursaba cuarto grado de primaria leyó “La Ilíada”, de Homero, y a partir de allí quedó hechizado por la lectura y aventura de la literatura. “Eso funciona como un taller literario desde la primaria y constante hasta la preparatoria, que fomentaría mucho el hábito de la lectura, que es primordial en un país medianamente civilizado, debe tener buenos lectores e incluso un mercado de estos”, expuso. El volumen, publicado por Ediciones Cal y Arena, cuenta con 264 páginas y fue presentado recientemente en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2011, que organizó la Universidad Veracruzana.