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Con la presencia de las actrices Carmen Salinas y Yolanda Montez "Tongolele" se presentó en el teatro Blanquita "¿A dónde váis, Monsiváis? Guía del DF", una edición de 360 páginas que reúne fragmentos de artículos, crónicas y otros testimonios del fallecido autor sobre la vida y costumbres de la "Ciudad de los Palacios". En la llamada "Catedral del Espectáculo", en cuyo escenario se colocaron mesas para los invitados especiales, que incluyó a familiares del autor de "Escenas de pudor y liviandad", también estuvieron los autores del libro, así como Astrid Hadad, la Internacional Sonora Santanera y los luchadores Apache y Solar. La contraportada de la publicación señala: "Nadie ha escrito más sobre la Ciudad de México que Carlos Monsiváis. Entre miles de artículos, crónicas y libros seleccionamos los fragmentos más relevantes sobra la urbe para realizar '¿A dónde váis, Monisváis?'". Se subraya que se trata de la primera guía del Distrito Federal, en cuyo libro se presentan estampas de los sitios más emblemáticos como La Lagunilla, Garibaldi, El California Dancing Club, la Parroquia de Tacuba, la Arena Coliseo, El Polyforum y el Templo Mayor. Deborah Holtz, una de las editoras, explicó cómo fue que surgió la idea de hacer este libro, y comentó que en una ocasión le hizo saber su inquietud a Enrique Márquez, coordinador de la Comisión de los Festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución del Gobierno de la Ciudad de México. Dijo que su intención era recorrer en un taxi, al lado de Carlos Monsiváis, diversos sitios del Distrito Federal como La Merced y la colonia Portales, en la que vivía el escritor, con la finalidad de grabar el recorrido y hacer una serie de programas. Sin embargo, dijo, no se logró el cometido y mucho menos una entrevista por lo que se remitieron a una investigación histórica, a través de las miles de páginas en las que Carlos escribió artículos, crónicas o ensayos y trataron, en la medida de lo posible, seleccionar lo más importante con la ayuda de Laura Emilia Pacheco. "Ella fue quien llevó a cabo una labor casi de detective para ir detectando los pasajes más sobresalientes de la Ciudad de México a través de los escritos de Monsiváis. Eso es lo que está plasmado en el libro", dijo Holtz. Agregó que deseaban tener un detalle con motivo de los 70 años de edad del escritor, y que los amigos de Carlos recordaran acerca de las estampas de la Ciudad de México. Tras la intervención de Holtz, Enrique Márquez dijo que Monsiváis fue uno de los primeros en recibir "La medalla 1808" que le fue entregada por Marcelo Ebrard, y que llevado por el entusiasmo y su mordacidad, el escritor dijo: "Mañana mismo la llevo a la Lagunilla", en referencia a que allá van a parar (para el empeño) numerosas joyas y reconocimientos valiosos. Fabricio Mejía Madrid, el autor del prólogo, fue quien buscó en los párrafos de los artículos y las crónicas que tuvieran que ver con los pasajes de la Ciudad de México. El periodista sentenció: "Monsiváis es seguramente, el intelectual más escuchado del medio siglo mexicano, y que no es el experto, no es el académico, no es el opinador, sino alguien que reflexionó todo el tiempo desde la cultura como un algo de la atención". Agregó que si Agustín Lara era una atmósfera, y más que un género, Monsiváis fue una mirada, siempre, un estratega cultural, "si no tuve infancia, déjame por lo menos tener currículum". Por su parte, Jenaro Villamil, otro de los involucrados en la realización de "¿Adónde vaís, Monsiváis?", señaló que el escritor, al final de cuentas, era un sistema de muchas galaxias. Además mostró una gran admiración por la facilidad de Monsiváis de transitar por las zonas más pudientes hasta los barrios menos recomendables para alguien que no conociera la ciudad, y su poder de convocatoria para llevar a las personas de los salones más elegantes a los antros más bajos. "Te invitaba y te obligaba a la vez a estar en ellos con esa enorme capacidad para transitar de un mundo a otro. Disfrutar a Yolanda Montez "Tongolele", a la Sonora Santanera, a asistir a "Aventurera", con Carmen Salinas, o a un concierto con Eugenia León o a un evento culto". Jenaro señaló que eso era ser amigo de Carlos Monsiváis, de estar con esa persona en torno a la Ciudad de México y alrededor de lo que él era. Posteriormente, Holtz instó a algunos de los invitados a revelar algunas´anécdotas vividas al lado de Carlos, y la primera en tomar el micrófono fue Carmen Salinas, quien muy entusiasmada habló de tres experiencias. Con su característico estilo reveló que cuando Carlos tuvo su programa en Radio Universidad la invitó para que colaborara con él: "Me dijo, yo te escribo las parodias y tú las cantas con las voces de María Victoria, Lucha Villa, Lola Beltrán, Elvira Ríos o Chelo Campos". "Trabajé mucho a su lado, hicimos muchos programas juntos, y cuando (el entonces presidente de México Gustavo) Días Ordaz lo desterró hacia Reino Unido, para establecerse en Cambridge, en donde dio clases de Filosofía, me encargó a doña Esthercita, su mamá. "En ese tiempo estaba por salir su libro 'Días de guardar', y como no estaba para promoverlo yo compré los tres mil ejemplares del tiraje". Recordó también que gustaban reunirse en casa de la directora teatral Nancy Cárdenas. Por su parte, Yolanda Montez, "Tongolele", reveló que siempre hubo una amistad muy espiritual con Carlos Monisváis: "Así lo considero porque siempre se aparecía como un ser espiritual en todos los eventos en los que yo participaba, siempre estaba ahí presente". Otra de las invitadas a comentar las anécdotas fue la periodista y escritora Patricia Vega, quien reveló que sonsacó a un grupo de amigos para llevarle con motivo de su cumpleaños una serenata al autor de la columna "Por mi madre, bohemios". Destacó que de esa manera se echa abajo el mito de que a Carlos no le agradaba el mariachi; además, la sorpresa fue mayor pues estaba integrado solamente por mujeres. "Ese día se cantaron todas sus favoritas desde 'Si nos dejan', 'Amor eterno', 'Amor perdido', entre otras, y se puso a cantar. Pocos saben que él era un muy buen cantante de música popular y a quien le encantaba entonar coros navideños". Para el cierre del acto se contó con las actuaciones de Astrid Hadad, la Internacional Sonora Santanera y de los luchadores Apache y Solar, que hicieron más atractiva la noche.