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Una historia que ofrece una visión sobre el conquistador Bernal Díaz del Castillo y su intensa relación con la Malinche y María de Estrada, durante la Conquista, es lo que aborda la obra "Falsa crónica de la historia de la Conquista de México", de Miguel Sabido, bajo la dirección de Medardo Treviño. La puesta en escena, presentada en el Teatro El Galeón del Centro Cultural del Bosque, en única función, muestra los acontecimientos surgidos en torno a este personaje. La "conquista" es el recuerdo delirante del llamado "El soldado cronista" de la epopeya de la toma de México, 50 años después de haber sucedido, cuando es un anciano de 85 años, perdido y olvidado en una pequeña ciudad de Guatemala. En una escenografía completa, que incluyó grandes cortinas de telas transparentes, así como algunos baúles y un buen manejo de luz, se desarrolla la historia a través de tres actores Marcos Beas, Larisa López y Rosy Balderas. Se rememoró la intensa relación que Díaz del Castillo tuvo con dos mujeres fundamentales para la toma de la gran Tenochtitlan: la Malinche, una esclava tabasqueña, cuyo casi increíble destino fue el de servir de intérprete a Cortés, abriéndole el camino para la caída de la gran Tenochtitlan. Así como María de Estrada, una asombrosa mujer conquistadora que vino con el ejército de Cortés, quien peleó hombro con hombro con los soldados españoles y sobrevivió a la noche triste, como a la caída de Tenochtitlan. En esta obra, Bernal Díaz del Castillo se plasma como un anciano que intenta patéticamente que le sean reconocidos sus méritos como conquistador y a María de Estrada como una fugitiva de la inquisición. El dramaturgo y escritor Miguel Sabido entrega, en su obra, su muy personal versión de tres de los más enigmáticos personajes de la historia de México, logrando un texto interesante y apasionado que parte de estrictos hechos históricos. En entrevista con Notimex, Medardo Treviño, director, dramaturgo y actor, comentó que la puesta en escena es uno de los textos más importantes que se han escrito en la dramaturgia mexicana, así como por su gran peso y lenguaje poético que tiene esta obra. "Además de que es un tema que nos duele y nos sigue doliendo, y estamos muy agradecidos que el maestro Miguel Sabido nos haya permitido este texto y que haya confiando en la compañía Tequio de Tamaulipas", dijo.