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Los presos de un penal de máxima seguridad del estado brasileño de Sergipe (noreste) liberaron este domingo a los más de 120 rehenes y levantaron el motín, informaron las autoridades.
"La rebelión terminó. Se liberaron a los agentes y también a todos los familiares que estaban dentro", dijo a la AFP un portavoz de la secretaría de Justicia de Sergipe.
"Finalmente, se contabilizó a 127 familiares -15 de ellos niños- y cuatro agentes de seguridad. Todo vuelve a la normalidad", explicó el portavoz.
El motín se levantó después de un día y tras intensas negociaciones, aunque "en un clima de tranquilidad", dijo el portavoz. Los rehenes pasaron por un examen médico.
Antes de la liberación total, los presos ya habían dejado ir a uno de los cuatro agentes. Según la prensa, este se encontraba herido.
El motín ocurrió en el penal Advogado Jacinto Filho, ubicado en la ciudad de Aracaju, y que es coadministrado entre la empresa privada Reviver y el estado de Sergipe.
Como parte de las negociaciones, 16 presos sentenciados consiguieron ser trasladados a otro establecimiento penitenciario, dijeron las autoridades. Por tratarse de un penal de máxima seguridad, no entra comida de fuera, el sol es muy limitado y tampoco tienen acceso a teléfonos móviles.
El incidente ocurre a 25 días del inicio de la Copa del Mundo y en medio de una lluvia de protestas por reivindicaciones salariales y oposición a los altos costes que demanda el Mundial (del 12 de junio al 13 de julio), aunque Sergipe no recibe a ningún partido del torneo.
El recinto alberga a un total de 476 reos y no se ha denunciado hacinamiento. El motín fue en sólo uno de los cuatro pabellones y se produjo el sábado durante el inicio de la visita. Los presos amotinados demandaban el traslado de algunos de los reos, así como flexibilidad en las visitas y una mejora en el trato.
En Brasil, hay actualmente 548.000 presos y hacen falta 207.000 plazas suplementarias para evitar el hacinamiento, según la ONG de derechos humanos Conectas, que trabaja en el tema carcelario.