Por cultura, costumbre o herencia los humanos, convivimos con la falsa esperanza de que los "de arriba" se encargarán de traernos un mundo mejor. Pero lamentablemente no hemos entendido nada. Nos olvidamos que los de arriba, son los mismos de abajo que solo han tenido un poco más de ideas, de suerte o atrevimiento. Sin embargo el dinero, el poder y los lujos, convirtieron a muchos de ellos en personas menos sensibles, egoístas y avaros.

Ocurre otro tanto, pero más degenerado aún, con los políticos que dominan el planeta . Quienes han amasado grandes fortunas con el mínimo esfuerzo y perdieron toda sensibilidad con respecto al sufrimiento de las masas .

Abajo no tenemos algo muy bonito que digamos, sin embargo la humanidad ya probó bastante de la "medicina" que viene de los poderosos y el resultado es que el planeta está al borde del colapso.

Aunque parezca imposible que de las grandes masas humanas pueda venir la sanidad y la cordura para la vida en la tierra, es el único camino.

No debemos desestimar el bien que la gente común puede realizar sobre la fas del planeta en el día a día, porque ellos son los que ponen el mundo en marcha. Cada mañana en los distintos puntos se levantan hombres y mujeres que salen a la vida a lucharla heroicamente. Ya sea por su instinto de conservación, amor por su familia o su deseo de progreso. Todos como hormigas organizadas, luchan, trabajan, estudian y le dan para adelante cansados de tanta injusticia de las personas que reciben grandes sumas de dinero para impartir la justicia que nunca llega, la igualdad que brilla por su ausencia, las oportunidades que nunca son las mismas para todos, y una larga lista que recorre el mundo.

Algún día ellos se levantaran, no para romper todo y crear un mundo de anarquía, sino para unirse y en mutuo acuerdo comprobar que son millones y millones en el mundo entero. Que no importa su color, raza o religión, sino que todos unidos y con la bandera del derecho y la justicia podrán imponer el verdadero orden que el mundo necesita para vivir en paz.   

Multitudes luchan detrás de una ideología, sin comprender que su fanatismo es el combustible que alimenta a los poderosos que los explota, porque siempre se cree que la salida a todos los conflictos vienen de arriba, y no es así. El conflicto viene de arriba.

Los humanos debemos unirnos en una paz que golpea mucho más fuerte que la misma guerra. Los conflictos bélicos solo enfrenta a humanos con humanos de la misma condición, para satisfacer las aspiraciones de los inescrupulosos. Sin embargo la paz los destruye a ellos, se derrumban como casas de naipes, porque su poder esta fundamentado en el engaño de los pueblos.

Carlos Polleé